Pilar Aguilar Carrasco

Pilar Aguilar Carrasco llenó el salón de actos de la Biblioteca Infanta Elena en la presentación de su último libro ‘No quise bailar lo que tocaban’, una muestra de rebeldía y compromiso con el pasado y su herencia en el presente.

Dicen que la historia es igual para todos, otros se atreven incluso a catalogarla de “objetiva”, sin embargo,  y eso lo deja claro desde el principio esta jienense, no es lo mismo si te la cuenta una mujer. La mirada, la experiencia y la perspectiva del género siempre ha quedado relegada al virotismo de los hombres, y la historia ha sido narrada por ellos mismos.

Es por eso que esta ensayista, investigadora y crítica de cine ha elaborado una novela de ficción con tono autobiográfico donde recupera esa parte de la historia olvidada para las mujeres. “No podemos consentir que nuestros relatos queden ocultos; la dictadura fue igual para todo el mundo, solo que iba acompañado por un patriarcado feroz”.

“Lo personal es político”

Esta “optimista histórica” dice preocuparse más por el presente aunque reconoce que “cada persona encarna una época desde su experiencia, donde lo personal se vuelve político, y todo lo que vivimos se refleja en la estructura social”. En ese volver a contar el pasado, la historia y lo que ocurrió, es donde se produce un mayor acercamiento al presente, “situar las cosas y buscar las conexiones que nos permitan también combatir”, menciona Pilar.

‘No quise bailar lo que tocaban’ narra la España de Francisco Franco; una España condicionada por la guerra, la dictadura, el hambre, la pobreza… Pilar alude a su infancia en el pueblo andaluz, Siles, su época combativa como estudiante en Sevilla y su posterior exilio en Francia. Con humor, sutileza e ironía va desarrollando la experiencia de ese personaje con el que ha querido revindicar su pasado y el de muchas otras mujeres.“No me interesaba contar mi vida porque a nadie le importaba pero sí lo que vivió”. De esa forma, “lo anecdótico adquiere una transcendencia histórica, política y social”.

Espacios para pensar

A la presentación acudieron Trinidad Núñez y Alberto Carrillo, ambos profesores de la Universidad de Sevilla y amigos de la escritora. Entre Trinidad y Pilar hay además una relación de complicidad y de encuentro de intereses. “Un día hablando con Pilar me dijo al terminar: eso va en mi libro. Nunca pensé que era un hecho”. Ahora se siente orgullosa de que haya recopilado su memoria en un relato con cierta libertad imaginativa, y reconoce que es un libro que “aporta luz a la memoria histórica y te hace pensar”.

Por otro lado, Pilar alude a Alberto como el detonante de su novela. “Hace algunos años vino a entrevistarme para su tesis doctoral sobre el movimiento estudiantil en Sevilla en la década de los sesenta. Apenas recordaba nada y él fue quien me trajo todos aquellos sucesos de nuevo a la memoria”.  

Alberto mencionada ese doble interés presente su novela: su valor como testimonio histórico y fuente de luz para entender el presente; y la literatura desde la cual se puede llegar “a espacios más compartidos”. Además, alude a esa constante búsqueda de libertad contado desde la sinceridad y el humor, “con guiños directos; buscados o no”.

“La omnipresencia de la iglesia, el exilio en los años setenta (poco estudiada), y la importancia del género como algo transversal”, son cuestiones recogidas en este libro que ofrece al lector una “radiografía contextual en clave simbólica” para su interpretación sobre los espacios que  hoy compartimos.