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Que un campeón de Europa, como el Sevilla  FC, arranque una nueva temporada con 11 caras nuevas es, cuanto menos, inusual; pero lo cierto es que en la parroquia nervionense ya están acostumbrados a vivir veranos con un gran ajetreo en los despachos.

En este mercado de fichajes hemos observado que a los retoques previstos por la secretaría técnica se le han sumado imprevistos que han descuadrado al cuerpo técnico,  como la salida del capitán Federico Fazio. Entendiendo que las ventas de Ivan Rakitic y de Alberto Moreno entraban dentro de los planes del club –y también de todos sus aficionados- ha sido la marcha del zaguero argentino la que ha restado la tercera pieza clave al equipo que acabó la pasada campaña levantando un título europeo y rozando la cuarta posición del campeonato liguero.

Sustituir a tres titulares nunca es sencillo, y menos si entre esos hombres se encuentra el eje sobre la que giró el equipo durante la pasada temporada: Ivan Rakitic. El croata, por cuyas botas pasaban la creatividad y el peligro a balón parado de los hispalenses,  dejará un vacío difícil de llenar, pero no imposible de olvidar; si echamos la mirada atrás y pensamos en Monchi.

Ante el complicado reto de sustituir al nuevo ‘4’ del  FC Barcelona, el Sevilla apostó por buscar a dos hombres que compartiesen la batuta del juego; los elegidos fueron el argentino Ever Banega y la joven promesa Denis Suárez, quién estará bien acompañado por su compañero culé Gerard Deulofeu , del que se esperan quiebros y tardes de gloria.  

Así  las cosas, un año más tendrá Unai Emery que lidiar con un equipo nuevo y con piezas que tardarán un tiempo en encajar. El acierto de Monchi y la unión del vestuario son las grandes bazas con la que los sevillistas esperan contar para seguir soñando con Europa.  Mientras se engrasa la maquinaria, analizamos sus piezas por separado.

Portería: el portugués Beto seguirá siendo el guardián de la meta sevillista. Lo único que cambia es su compañero, ya que el canterano Javi Varas ha dejado su sitio al experimentado guardameta argentino Mariano Barbosa, que procede de Las Palmas y que tendrá en este arranque liguero –aprovechando la lesión de Beto- la oportunidad de convencer a la grada de que puede ser un relevo de garantías. Por el momento, sus dos apariciones ligueras dejaron mucho que desear.

Defensa: sin Fazio y sin Alberto Moreno, Unai Emery tendrá la complicada situación de volver a formar lo que tanto tiempo le costó lograr: una zaga sólida y fiable. Y es que Fazio-Pareja habían formado el dúo perfecto para el eje de una zaga que pierde la altura y la garra del argentino, que estará reemplazado por el francés ‘Kolo’ y por el madrileño Arribas. La opción de retrasar a Carriço hasta que ambos se amolden sigue siendo la preferida por el técnico. Quizás, tanto el luso como el galo aporten algo más de salida de balón desde el centro de la defensa.

En los laterales, Coke parece ser el único fijo, tras su buen final de campaña y siempre contando con la competencia de Diogo y -también ahora- de Cicinho, quienes tendrán sus minutos en Europa League y Copa del Rey.  En el carril zurdo se disputarán el peto de titular tanto el veterano Fernando Navarro como el recién llegado Benoit Tremoilinas, que de recuperar el nivel que ofreció en el Girondins –y sin llegar a tener la proyección de Alberto Moreno- podría aportar un interesante equilibrio tanto ofensivo como defensivo, siendo este más seguro que el canterano ante extremos habilidosos.

Mediocentro defensivo: aquí la gran novedad es la del polaco Krychowiak, la incorporación que más y mejor se ha adaptado a la escuadra rojiblanca. Ya es un fijo para Emery. Tanto en la pretemporada como en el arranque oficial de temporada ha demostrado que posee –además de una compensatoria altura- una gran capacidad de sacrificio y de iniciativa. Junto al propio Carriço formaría un buen cerrojo en el doble pivote, aunque la salida de balón dependería en exceso del hombre que juegue por delante de ellos. Es por ello por lo que se hacía necesario el regreso de Mbia, quien si le respetan las lesiones será importante en el equipo,  aportando también ese plus en el juego aéreo de los hispalenses.

Por otro lado, jugadores como Iborra o Sebastián Cristóforo –cuando se incorpore al grupo- están llamados a ser más importantes  que la pasada campaña en la entidad de Nervión. La salida de Trochowski le da opciones de minutos a los canteranos Cotán y Luismi.

Segunda línea: donde empieza el peligro sevillista. El talento y la rapidez forman el denominador común de los hombres que actuarán en esa zona del campo. La tripleta Deulofeu-Denis-Vitolo está llamada a provocar fuertes dolores de cabeza a los defensores rivales. Del mismo modo, jugadores como Vidal, Reyes o Aspas también pueden aportar cualidades similares al equipo. Vidal aportará más sacrificio que Jairo en las ayudas defensivas, así como de Aspas se espera más compromiso que Marin, por lo que ahí parece haber dado un salto cualitativo el conjunto andaluz.

A todo ello se le unen las condiciones de Ever Banega , uno de los últimos en llegar. El argentino puede actuar tanto por delante del doble pivote defensivo –para dar el último pase- como en una posición algo más retrasada y que buscaría aportar más parsimonia y sentido al juego desde atrás, tal y como actuaba Rakitic en los partidos más atascados.

Punta de lanza: territorio de Carlos Bacca, el hombre gol de este Sevilla en el que están depositadas las grandes esperanzas de clasificación europea. Si hace buenas migas con Denis y con Deulofeu podríamos estar ante una de las mejores delanteras de la Liga. Desde el banquillo esperará su oportunidad el francés Kevin Gameiro, aunque Emery también podría usar para esa posición tanto al gallego Iago Aspas como al canterano Juan Muñoz.

En resumen; pese a las importantes salidas, el cuadro sevillista parece haber formado un grupo competitivo y con potencial suficiente para aspirar a lograr los objeticos marcados. Toda vez que las piezas encajen, Emery tendrá donde elegir. Se prevén continuas variaciones en la zona ancha, siempre en función de las características del rival.