Un Sevilla con absoluta efectividad vuelve a ganar por fin lejos de casa ante un CD Leganés que igualó en dos minutos los tantos de Vázquez y Nasri, pero Sarabia sentenció casi al final.
Se acabó. Ya es historia 23 partidos a domicilio después. El Sevilla FC volvió a ganar en Liga lejos del Ramón Sánchez-Pizjuán en un partido que a punto estuvo de repetir el amargo guión de otras ocasiones. Aunque a falta de media hora los de Sampaoli ganaban por 0-2 tirando de efectividad y con goles de Vázquez y Nasri, los pepineros igualaron en apenas dos minutos, por medio de Szymanowski y Timor. Todo indicaba que esta vez tampoco sería, pero un golazo desde fuera del área de Sarabia, a cinco para la conclusión, acabó con el maleficio y permite al Sevilla FC colocarse líder a la espera de lo que hagan Atlético y Real Madrid.
Empezó con vocación ofensiva el equipo sevillista, o al menos eso decían sus adelantadas líneas. Sin embargo, fue el Leganés el que más cerca estuvo de adelantarse en los primeros compases. Luciano lo pudo hacer hasta en dos acciones, pero por suerte no eligió bien en su remate y no logró encontrar portería. Los sevillistas lo intentaban por bandas y así llegó el 0-1 mediado el primer acto. Fue un robo de Nasri el que permitió a Mariano abrir a la derecha, donde Vietto la puso en el corazón del área. Franco Vázquez, magníficamente colocado, cabeceó sin que nada pudiera hacer Serantes.
Notó el jarro de agua fría el conjunto madrileño hasta el descanso, inquietando únicamente con una acción a balón parado que sacó a córner Sergio Rico. Además, el partido se volvió algo más bronco y ambos conjuntos llegaron al descanso con idea de hacer valer de una forma más clara sus ideas.
Por desgracia, fueron los locales quienes salieron más enchufados, haciendo trabajar a Rico con disparos de Luciano y Szymanowski que el de Montequinto sacó casi a bocajarro. Al Sevilla le faltaba más llegada, pero curiosamente en la segunda de peligro, iba a llegar el 0-2 ante la desesperación pepinera. Fue con una internada por dentro de Escudero, que abrió a la derecha para que Vietto se la dejase a Nasri. El francés disparó al primer palo y Serantes tapó en primera instancia, pero el rechace cayó en las botas del propio Nasri, que esta vez no perdonó.
El partido estaba donde quería el equipo nervionense, pero la sombra del maleficio a domicilio volvió a aparecer y lo hizo de golpe. Corría el minuto 67 cuando Timor conseguía acortar distancias gracias a un balón desde la derecha que nadie logra despejar. El pepinero, desde fuera del área, le pega rasa y colocada para batir a Sergio Rico. Y casi sin solución de continuidad, un minuto más tarde, llegaba el empate. Fue Szymanowski el que le ganó la espalda a Mariano y batió a Rico por el primer palo. El mazazo volvía a aparecer.
Quedaban algo más de 20 minutos y podía pasar cualquier cosa, pero por suerte los sevillistas lograron templar el choque. Sampaoli movió el marcador y dio entrada a Sarabia, que a cinco minutos del final iba a ser clave. Recibió el madrileño en el borde del área y le pegó con el alma para hacer estallar esa zona de la grada, ocupada por la afición sevillista. Quedaba poco y se sufrió por los antecedentes, pero la victoria viaja en el baúl sevillista mucho tiempo después. El líder provisional puede ya pensar en la Liga de Campeones.