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Entrevistamos en Sevilla Actualidad al Dr. José Ignacio Lao, licenciado en medicina y especializado en genética, uno de los ponentes en el XV Congreso de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad.

El ácido desoxirribonucleico (ADN) que nos enseñaban en el colegio tiene aún guardado sus mejores secretos. Una de las personas que trabaja día a día para intentar desvelarlos es Director Médico en GenomicGenetics International, miembro del comité científico de la Fundación para la Fibromialgia y la Fatiga Crónica y licenciado en medicina además de cirugía especialista en genética. 

A pesar de tanto término científico, el entrevistado es capaz de explicar un mundo tan complejo como es el de la medicina a través de un lenguaje que llega fácilmente al receptor. Eso sí, tiene la capacidad de recitar de memoria el lugar de los cromosomas de ciertas enfermedades hereditarias como el que se acuerda de un mítico verso de García Lorca. 

Dicen del Dr. José Ignacio Lao, o –Dr. Lao entre sus compañeros de profesión- que es uno de los mejores genetistas que existe en la actualidad en España; y próximamente van a atestiguar al igual que yo que la profesionalidad forma parte de su ADN. Este sábado 1 de octubre ofrece una ponencia en el XV Congreso de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad que arrancó el 29 de septiembre en Sevilla. 

Sevilla Actualidad: Gracias por recibirnos, Doctor. Sé que este fin de semana estará en el ’15th International Congress of Anti Aging’ en Sevilla para hablar de Genómica, Estress y Longevidad. Antes de comenzar, me gustaría que me contase qué es la Genómica en sí, para poder partir de un punto inicial.

Dr. Lao: Se trata del estudio de la influencia de los genes y el riesgo a las enfermedades que son más prevalentes o crónicas, es decir, que pueden afectar a nuestra calidad de vida en el paso de los años. A través de la genómica también se ve la forma en la que se puede modificar los genes. Últimamente ha surgido un nuevo término denominado ‘Epigenómica’, que hace alusión a “alrededor o encima de los genes”. Son, en definitiva, mecanismos que van a determinar cómo se expresan los genes. 

SA: ¿Cuánto afectan directamente nuestros hábitos y estilos de vida a nuestros genes?

D.L: Había una discusión siempre de que si es más importante los hábitos o la genética. Yo te diría que la genética tiene un 25-30% de influencia… En la actualidad, según estudios muy serios, se ha visto que en la longevidad excepcional la genética es muy importante. El papel les ha llevado hasta un 40% y un 60% restante que serían los factores medioambientales. Quedaría en un 30% de longevidad no excepcional. Aunque al final vayan a determinarse según el estilo de vida que llevemos. 

SA: Hablemos de longevidad. Habla de que hay que mantener un sistema intacto… ¿Qué son los antioxidantes a los que se referirá en su ponencia?

D.L: Es muy interesante, porque hicimos un estudio en 2012 en personas que habían sobrepasado los cien años. Se trataba de centenarios españoles de 100, 105 años… Y una de las cosas que más nos sorprendió es que los sistemas enzimáticos los tenían intactos. Todos.

Llama la atención, porque un 20%-25% suele tenerlo anulado. Aquí vemos que el estrés oxidativo, es decir, cuando los tóxicos ambientales superan la capacidad de neutralizarlos, es importante para determinar la resistencia a las enfermedades. Es un mecanismo crucial. De hecho es una de las causas más importantes para enfermedades como el cáncer incluso para enfermedades de infertilidad. Además, influye muchísimo el estrés. 

SA: ¿Está científicamente comprobado que el aumento del estrés nos reduce los años de vida?

D.L: Cómo no. Está científicamente probado en diversas poblaciones y diversos estudios. Además, la investigación está en camino de ganarle terreno en este sentido. 

SA: ¿Qué factores son los determinantes de la longevidad? ¿Cuánto influye la alimentación?

D.L: Es muy importante el control de hábitos tóxicos; el tabaquismo, el control de la alimentación: que sea rica en verduras y frutas. Hay combinaciones genéticas que a muchas personas les producen efectos antioxidantes. Por ejemplo el vino tinto.

También destacaría el consumo de productos naturales. Y una dieta mediterránea que es la que realmente debe ser la población del mundo porque ha demostrado que tiene estas características. Nos inflama menos, ya que las grasas mal procesadas o saturadas producen más inflamación y estrés oxidativo. 

SA: “Conocer nuestro ADN permite reducir el riesgo de sufrir enfermedades futuras”… expone en la página web de Genomic Genetics. Pero, ¿cuáles son las grandes claves que quedan aún por descifrar? 

D.L: Queda muchísimo aún. Pero también sabemos cosas que nos permiten hacer esta afirmación. La mayoría de complicaciones, ya sean cerebrovasculares, de infartos… Todas esas complicaciones tienen factores que nos pueden predisponer a tenerlas. Es por ello por lo que trabajamos: cuanto antes lo sepamos antes podemos prevenirlas. Te pongo también el ejemplo de la osteoporosis: hay factores que hacen indicar cómo hay que proceder ante estos casos. 

Si conocemos qué tienen y según los efectos hacemos que se aumenten los niveles de las vitaminas así como los niveles de prevención. En cuanto a la pérdida de memoria asociada con la edad, hay que ver el metabolismo químico y favorecerlo con la dieta. Pero con la farmacogenética tenemos un problema. Creo que es mejor conocernos sobre bases objetivas. 

SA: ¿Podríamos modificar el ADN para extender nuestra vida? 

D.L: Éticamente no es muy aceptable. Queda mucho por hacer a nivel de mejora y de calidad de vida, pero sobre todo de resolver enfermedades como el cáncer, el alzheimer… incluso aquellas que son de base genética. 

Lo que manipularíamos del ADN sería la expresión pero no el material genético como tal, siempre hay que ir de la mano ética-genética así como con las prioridades. 

S.A: ¿Es cierto que existe un gen de la obesidad?

D.L: Sí, hay varios genes que predisponen a la obesidad. Hay algunos que regulan el apetito, otros que se encargan de cómo metabolizamos las grasas… Según la persona que sea hay que hacer una estrategia de control de peso.

S.A: ¿Cree que hay demasiados mitos en torno a este tipo de ciencia?

D.L: Sí hay muchos. Hay falsos mitos. En realidad sabemos bastantes, pero no todos, ojalá lo supiéramos todos. Pero hay personas que piensan que en la actualidad se puede leer el genoma y nada más lejos de la verdad… Pero creo que hay otros factores que intervienen en la expresión del ADN. Aun así, estamos en el principio, aún queda mucho por recorrer. Siempre digo que cuando queramos hacernos un estudio genético, recomiendo que se haga a través de un profesional. 

SA: Uno de sus trabajos es el diagnóstico previo de enfermedades raras, ¿están aumentando los casos? 

D.L: Lo que está aumentando es la capacidad para detectarlas. Antes pasaban inadvertidas, pero hoy, en el caso del Trastorno del Espectro Autista, hasta los profesores son capaces de alertar a las familias y así sospechar sobre un probable diagnóstico. 

Las de base genética se mantienen con frecuencia regular. Aumenta el poder de resolución de técnicas analíticas para poder analizarlas. Hoy se pueden ver fracciones microscópicas, pequeñas anomalías que podrían explicar dichas enfermedades.

SA: ¿Qué hace falta para que se invierta más en este tipo de enfermedades?

D.L: Como son raras, esto es lo que les limita que tengan menos recursos. Las empresas son las que se dedican a la investigación biomédica, aunque creo que lo importante es considerarlas a todas en conjunto. Hay clasificaciones y aquí es lo que se debe lograr para obtener financiación. Por poner un ejemplo, Horizon2020 está prestando mucha atención a estos problemas. Se requiere que los investigadores trabajemos coordinados con proyectos de varios países y que estos sean interdisciplinares. 

SA: ¿Cómo ve su área de investigación de aquí a 10-20 años?

D.L: Cuando estamos muy optimistas pensamos que van a ser resueltos muchos interrogantes. Pero por cada pregunta, aparece otra. Hay muchos problemas multifactoriales… pero de lo que estoy seguro es que sabremos mucho más.