De las 1.162 personas que ocupan cargos en las juntas de gobierno de las 69 hermandades de Penitencia de Sevilla, tan solo 117 son mujeres, representando un 10,07% del total.
San Gonzalo, El Museo, Los Javieres, El Carmen Doloroso, Los Gitanos y Torreblanca son las hermandades con mayor número de féminas en el Cabildo de Oficiales, con 4 en cada una de ellas. El mayor peso en la toma de decisiones lo tienen actualmente en la Hermandad de los Dolores de Torreblanca, dónde 4 de los 10 oficiales son mujeres. Las hermandades en las que las mujeres tienen una “cuota de poder” mayor son las de Torreblanca (40%) y San José Obrero (27%), no superándose el 25% en las 67 restantes.
Aún queda un reducto de 11 hermandades en las que las mujeres no tienen presencia en sus Juntas de Gobierno, todas ellas de las jornadas más antiguas de la Semana Santa sevillana: El Amor, San Roque, La Estrella, La Exaltación, Las Cigarreras, La Quinta Angustia, El Silencio, El Gran Poder, La Macarena, El Calvario y la Carretería.
Las Vísperas, a la cabeza; la Madrugá, a la cola
Las hermandades más jóvenes son las que tienen mayor representación femenina en sus órganos de Gobierno. Agrupando los datos por jornadas, vemos como las hermandades de Vísperas, con más de un 15.6% están a la cabeza, y las de los días más antiguos de la Semana Santa las que menos, con la Madrugá a la cola, con solo 6 mujeres en las Juntas de Gobierno de sus hermandades, representando un escaso 5.4 %.
Secretaría y Caridad, áreas para la mujer
De las 117 mujeres que participan en el gobierno de las hermandades, la gran mayoría lo hacen en las áreas de Secretaría (31) y Caridad y Obras Asistencias (21). Otras diputaciones dónde suele haber representación femenina son las de Formación, Juventud, Promotoras Sacramentales o Consiliarías. Solo hay una Hermana Mayor, Maruja Vilches en Los Javieres, y una Teniente Hermana Mayor, María del Amor Gijón en Torreblanca.
Para que una hermandad salga a la calle hace falta el trabajo de muchas personas, pero la responsabilidad última recae en los priostes -responsables del montaje y exorno de los pasos-, y del diputado mayor de gobierno, responsable de la cofradía. Son unos puestos en los que la mujer no tiene representación alguna en la Semana Santa, no hay mujeres prioste, ni diputadas mayores de gobierno.
Hasta 1987, no había mujer alguna con responsabilidad de gobierno en la historia reciente de la Semana Santa de Sevilla. Fue en la Hermandad de la Vera+Cruz dónde accedió la primera, Carmen Moreno de la Villa, ocupando el cargo de secretaria segunda. La ausencia de mujeres comienza en el siglo XX con la dictadura, ya que anteriormente se conocen casos como el de Laura Delgado, que de 1678 a 1680 fue prioste y mayordoma de bienes de la Hermandad del Gran Poder.
La mujer no solo se encuentra en un segundo plano en las Juntas de Gobierno de las Hermandades, sino también en otros puestos, cargos u oficios relacionados con la Semana Santa.
De las 13 personas que componen la Junta Superior y la Sección de Penitencia del Consejo General de Hermandades y Cofradías, ninguna es mujer, algo que se ha mantenido desde que en 1955 se celebrase en el Hospital de los Venerables la Asamblea Constituyente de esta institución que aglutina a todas las hermandades de la ciudad. Tampoco ha habido presencia femenina en el atril del Maestranza en el Pregón y hasta 2007 no pintó una mujer –Isabel Sola- el cartel oficial de la Semana Santa de Sevilla.
El mundo de los vestidores es un coto casi exclusivo de hombres. Solo en dos hermandades –El Museo y El Calvario- las personas encargadas de vestir a las Dolorosas titulares son mujeres: María de los Ángeles Soria y María del Carmen Galdul en la corporación del Lunes Santo, y las camareras en la de la Madrugá. También es casi testimonial la presencia femenina portando ciriales o incensarios, y aún más extraño ver a una mujer con la pértiga al mando de un cuerpo de acólitos.
En mundo de los costaleros o de los encendedores -conocidos popularmente como “los tíos de la caña”- son exclusivamente masculinos, aunque en otras semanas santas andaluzas en las que se llevan los pasos utilizando la misma técnica, como en Córdoba, sí que existen.
En los artes y oficios relacionados con la Semana Santa, nos encontramos con casos como el de los talleres de bordados en los que trabajan un buen número de mujeres pero la gran mayoría son regentados por hombres. Tampoco el mundo de la imaginería, la talla o la orfebrería se caracterizan por la presencia femenina.
A la mujer le queda mucho por recorrer en la Semana Santa; volver a ponerse la túnica tras años de prohibición, solo debió ser el inicio del itinerario que lleve a las cofrades a tener una igualdad real en el seno de las hermandades y que estas sean reflejo de la sociedad actual.
-> Todos los datos para realizar este estudio han sido extraídos de las páginas web oficiales de las hermandades de la Semana Santa de Sevilla y contrastados con los resultados de los procesos electorales internos de las corporaciones.