Si trabajamos en una organización del tipo que sea, nos vemos obligados a relacionarnos a diario con otras personas a las que, además, no conocemos realmente.

Sea con nuestros jefes, compañeros o subordinados, tenemos que lidiar en todo momento, nos caigan bien o no. Esta necesidad de trabajar en equipo puede ocasionarnos muchos problemas: de este modo, ya no sólo podemos sentirnos estresados por causas estrictamente laborales, sino que los conflictos interpersonales pueden aumentar considerablemente ese estrés.

No hay duda de que el trabajo en equipo es una fórmula fantástica, pero es necesario contar con determinadas habilidades para conseguir nadar en esas aguas con total destreza, y librarnos así de las quebraduras de cabeza que nos puede ocasionar.

Dentro de todas las competencias de Inteligencia Emocional que definió Daniel Goleman, existen algunas que, si logramos desarrollar adecuadamente, nos ayudarán muchísimo a salir ilesos de los conflictos en nuestras relaciones laborales:

Autoconciencia emocional. El primer paso es, sin duda, reconocernos a nosotros mismos cómo somos. Sólo desde ahí podemos manejarnos cuando nos relacionamos con los otros.

Valoración adecuada de uno mismo y Autoconfianza. Cuando ya sabemos cómo somos, nos toca valorarnos en base a nuestro propio juicio. Sabiendo cuáles son nuestras fortalezas, tenemos que confiar en nosotros para que, nos digan lo que nos digan, no sentirnos afectados emocionalmente.

Autocontrol emocional. No debemos olvidar en ningún momento que estamos trabajando; se trata de una parcela muy concreta de nuestras vidas. El desahogo emocional tenemos que dejarlo para otras ocasiones.

Empatía. Ponernos en el lugar de los demás nos ayudará a comprenderlos y distinguir las emociones que nos pertenecen y las que no.

Comunicación. Nuestras relaciones laborales mejorarán sin duda si sabemos transmitirle al otro lo que queremos (y lo que no queremos, por supuesto)

Resolución de conflictos. Conocer algunas técnicas de resolución de conflictos puede resultarnos muy útil en nuestro trato diario con nuestros compañeros, jefes o subordinados.

Establecer vínculos. Esta competencia se refiere al hecho de que, aunque necesitemos usar las tres primeras competencias mencionadas para diferenciarnos de los otros y cuidarnos a nosotros mismos, en el trabajo necesitamos establecer vínculos con otras personas.

Trabajo en equipo y colaboración. Saber trabajar en equipo es una competencia básica hoy en día para pertenecer a cualquier organización que se precie. Más allá de eso, tener desarrollada esta capacidad mejorará notablemente nuestro ambiente laboral, y por tanto nuestra calidad de vida.

Educar nuestra Inteligencia Emocional para aumentarla potenciará nuestras relaciones laborales notablemente. Dedicar tiempo a leer sobre competencias emocionales, practicar lo que sabemos al respecto o acudir a un profesional que nos oriente en este aspecto es, sin duda, una magnífica inversión hoy en día.