El pasado 28 de diciembre, mientras nuestros gobernantes municipales se gastaban nuestro dinero en “pan y circo”, ojo, porque es nuestro dinero, aunque ellos lo administren en muchísimas ocasiones de forma errónea; en la calle José Lafita, en la que vivo, a mi hija cuando venía de estudiar de la biblioteca, dos delincuentes le han dado un tirón y le han robado el ordenador portátil, produciéndole incluso lesiones de carácter leve.

Sr. Alcalde, Sr. Limones, mal lo llevamos. Si encima de gobernar un pueblo, por llamarlo de alguna forma, en el que últimamente están desapareciendo empresas en cascada, aumenta la delincuencia y te roban en la misma puerta de tu casa, no querrá usted que después además lo votemos, verdad?

Tener un pueblo de éstas dimensiones, y contar en el día de hoy con una plantilla de policía nacional de cuatro miembros patrullando y tres miembros en comisaría, según las palabras de la misma policía, a todas luces parece insuficiente. De la policía municipal, mejor no hablemos, porque la verdad, que una vez terminado el horario comercial, en el que es tan rentable sancionar para recaudar y mantener el chiringuito, su presencia se delata por su ausencia.

No sé si sus múltiples ocupaciones, le permitirán velar por la seguridad de sus ciudadanos, porque por la riqueza y el empleo en éste pueblo, está claro que no, pero le voy a decir una cosa: se puede vivir con menos, pero lo que no se puede vivir es con la intranquilidad de que en la puerta de tu casa agredan a tus hijos, eso es insoportable y no escatimaré medios, y no creo que nadie lo haga, para salvaguardar la integridad de mi familia.

A partir de aquí, usted verá lo que hace: a mi ni me tienen que votar, ni que mantener el chiringuito, es usted el que ya solamente por ética, tiene que velar por sus ciudadanos y los recursos, digo los económicos, usted verá donde los busca, mejor dicho como los reparte,  nosotros bastante tenemos con pagar religiosamente nuestros impuestos que dicho sea de paso cada vez son mayores.

Espero que mis palabras, le sirvan para reflexionar sobre éste tema, y dote de la vigilancia adecuada en ésta zona de la biblioteca a la cual tantos hijos nuestros van a estudiar, lo contrario todo lo que puede crear es un clima de pánico entre la vecindad.

Atentamente,

E.P.J, vecino de Alcalá de Guadaíra (Sevilla).