Cada vez que he viajado con la compañía Finnair me ha encantado leer el artículo que mensualmente escribe el Ministro de Asuntos Exteriores finlandés, Alexander Stubb, en la revista Blue Wings. Alexander es un ministro joven, con ideas frescas y con mucho desparpajo para acercarse a sus lectores. Sus sencillos textos persiguen acaparar el interés por su país y mostrar aspectos de la vida finlandesa que de otro modo quizás no se te ocurriría indagar como, por ejemplo, el día que habló de la bandera nacional.

Marta Comesaña. Porque además es éste un tema curioso. Cuando llevas un tiempo en Finlandia, de repente caes en la cuenta de que hay días que la bandera ondea por todos sitios por los que vas. Entonces te fijas en que hay mástiles en cada uno de los edificios, ya sean públicos o privados, y que en algunas ocasiones la bandera sólo ondea en algunos de ellos. Entonces es cuando te entra la duda: ¿el tema está reglado o algún sentimiento patriota les hace coincidir a todos en determinados días?

helsinki-banderaPues bien, artículos como el de Alexander te despejan todas estas dudas. Y no sólo eso, te hace llegar a casa y ponerte como loca a investigar sobre el tema. Y resulta que la respuesta es una mezcla de todo un poco. Por un lado, existen 6 días oficiales en los cuales se ondea la bandera, que son:

– 28 de febrero, día del Kalevala, poema épico finlandés y Día de la Cultura.

– 1 de mayo, Vappu y Día del Trabajador.

– Segundo domingo de mayo, Día de la Madre.

– 4 de junio, Día de las Fuerzas Armadas y cumpleaños del que fuera Presidente de Finlandia, Carl Gustaf Emil Mannerheim.

– El sábado entre el 20 y el 26 de junio, coincidiendo con Midsummer (Juhannus, San Juan o el solsticio de verano) y se celebra también el Día de la Bandera de Finlandia.

6 de diciembre, Día de la Independencia.

Del mismo modo, también son oficiales los días en los que hay elecciones, tanto locales como europeas, referéndum o cuando el Presidente del país jura su cargo.

Por otro lado, hay 11 días en los que no es oficial ondear la bandera pero que por tradición todo el mundo lo hace, como son el Día de Naciones Unidas, el Día de la Literatura Finlandesa, el Día del Padre o el Día de la Identidad Sueca (ya os contaba que la comunidad suecoparlante constituye un 5% de la población y que el Sueco es idioma oficial junto con el finlandés).

Pero lo más sorprendente es cuando te ves una bandera izada de forma aislada… Pues resulta que en cada comunidad de vecinos cada talonmies, persona encargada del mantenimiento del edificio, de forma independiente puede mostrar la bandera porque alguno de que allí vivan celebre su boda o su cumpleaños e, incluso, si se produce un fallecimiento.

La verdad es que ver la ciudad entera llena de banderas es precioso. Sobre todo después de haber leído a Alexander Stubb diciendo que eso no representa ni mucho menos un símbolo nacionalista de creerse mejores que el resto, sino que simplemente ondean la bandera porque lo consideran atractivo y se muestran muy orgullosos de ello. Este chico ciertamente me mola.

La historia de la bandera es muy reciente aunque hay que tener en cuenta que el país se independizó en 1917 y sólo seis meses después, el 29 de mayo de 1918, fue aprobada por el Parlamento. Consta de una cruz tumbada de color azulado sobre un fondo blanco y fue diseñada por Eero Snellman y Bruno Tuukkanen. Sí, sí, habéis leído bien, ¡dos personas! Me los imagino a los dos superconcentrados, ahí, en plan: ponle un poquito más de blanco al azul, quítale un centímetro de grosor a la franja vertical, ¿ponemos el fondo blanco nieve, blanco roto o blanco marfil?… Qué grandes.

Existen dos tipos de banderas, la bandera nacional y la bandera oficial del Estado. La primera es tal y como he explicado en el párrafo anterior y la que todos estamos acostumbrados a ver y la otra tiene en la intersección de ambos brazos de la cruz el Escudo de Armas de Finlandia. Es usada por Ministerios e instituciones oficiales y por las Fuerzas Armadas, en este último caso no es rectangular, sino acabada en tres puntas. Con tres puntas es también el estardarte presidencial, con la diferencia de que en la esquina superior izquierda aparece una cruz de la libertad azul y amarilla.

Lo cierto es que los finlandeses son muy rigurosos con todo lo que concierne a la bandera. Cualquier ciudadano finlandés disfruta del derecho de izar la bandera nacional pero se permite exponer ninguna bandera sin las dimensiones y el color correctos y está prohibido vender banderas con diseños que difieran de los prescritos, es decir, aquí la bandera española con el toro de Osborne sería penalizada. Y también sería objeto de multa un tratamiento despectivo o quitarla de su lugar adecuado sin consentimiento o en horarios no establecidos.

Quizás son demasiado estrictos con algunos aspectos pero a mí me parece fascinante como con cosas como éstas un país demuestra respeto por su cultura, sus tradiciones y su historia  y no deja de ser nada más que eso, orgullo patrio, sin connotaciones añadidas. Y es paradójico porque si llegara a España y me la viese inundada de banderas rojas y amarillas sin haber ganado un mundial, igual me echaría las manos a la cabeza.

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