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La portavoz de la plataforma Alfalfa Degradada se muestra satisfecha por la reciente intensificación de los controles sobre los bares de copas, aunque señala que “aún queda mucho por hacer”.

En las últimas semanas, los locales de ocio de Sevilla han cobrado especial protagonismo por el precintado de más de una veintena de ellos en tres de las zonas tradicionalmente afectadas por la movida: Alfalfa, Alameda y Arenal. La Policía ha intensificado su cerco hacia los bares de copas después de la presión de vecinos, que han exigido al Ayuntamiento mayor vigilancia y control en las zonas de movida.

La plataforma Alfalfa Degradada, que aglutina a vecinos de la Alfalfa en su lucha contra la movida, ha sido una de las que ha liderado la presión vecinal y las reclamaciones al Ayuntamiento. La procuradora Silvia de Carrión, portavoz de la plataforma, ha valorado en una entrevista a Sevilla Actualidad, el cierre de los establecimientos y la situación actual de los vecinos.  

Sevilla Actualidad: ¿Desde cuándo lleváis los vecinos denunciando la situación en la Alfalfa?

Silvia de Carrión. Los vecinos de esta zona de la Alfalfa (calle Pérez Galdós, Siete Revueltas y aledaños) veníamos sufriendo desde hace tiempo todo lo generado por la movida: orines, vómitos e incluso agresiones verbales de clientes de los establecimientos. Siempre ha habido movida, pero se ha incrementado desde hace dos años. El pasado año los problemas eran desde el jueves hasta el sábado.

Pero este año, tras el verano, comprobamos que la movida estaba presente todos los días hasta las cuatro o cinco de la mañana, lo que provocaba que los vecinos no pudiéramos dormir. Nosotros somos familias trabajadoras, que a su vez tenemos familias que mantener y nos sentíamos ninguneados. Por eso, decidimos unirnos en una plataforma y estudiar la normativa para hablar con el Ayuntamiento y solucionar el problema.

SA. Denunciáis los efectos de la movida pero, ¿qué pedís los vecinos a los locales de ocio?

SC. Pedimos a los bares que cumplan con sus horarios y con la normativa: no permitir el botellón, disolver a la gente que molesta a los vecinos, reducir el impacto derivado de las actividades de ocio y, en definitiva, que pongan más de su parte.

SA. En las últimas semanas se han cerrado más de una veintena de establecimientos en distintos puntos de Sevilla. ¿Considera que ha sido una victoria vecinal?

SC. Nuestro fin no es cerrar bares sino que se haga cumplir la normativa. La movida se genera porque existen unos locales de ocio que traen aparejada la presencia de botellones, ruido y contaminación ambiental. Si para que se cumpla la normativa tienen que cerrar locales incumplidores, que cierren. Para eso, hay otros muchos cumplidores, que tienen que hacer frente a una inversión para ello.

SA. ¿Qué ha pasado para que en las últimas semanas se cierren de forma continua bares en diferentes puntos de Sevilla? ¿Cuál ha sido el papel de los vecinos en todo esto?

SC. Ante la indefensión que teníamos en los últimos tiempos, los vecinos nos hemos organizado y hemos denunciado esta situación, lo que ha derivado en estas actuaciones. Pero hay que aclarar que ninguna persona de esta plataforma ha denunciado ante el juzgado a ningún local, nosotros lo que hemos hecho es poner en conocimiento del Ayuntamiento esta problemática para que haga cumplir la normativa. La pregunta no es por qué unos bares cierran y otros no, sino por qué unos bares cumplen y otros no. Los cierres llevan unos trámites legales y responden a unas denuncias vecinales al vernos indefensos y ninguneados.

SA. Parece que el conflicto de la movida es irreconciliable ¿No existen puntos de acuerdo entre vecinos y hosteleros?

SC. Lo ideal sería crear una mesa de negociación entre vecinos, bares y ayuntamiento. Con el buen entendimiento,  el buen talante y la normativa en la mano se puede realizar una buena conciliación. En el resto de ciudades europeas no existen este problema lo que lleva a pensar que quizás el modelo turístico nuestro no funciona, quizás haya que buscar alternativas.

Los vecinos nos hemos llegado a reunir con el presidente de la patronal de hostelería, Pedro Sánchez Cuerda quien reconocía que había una problemática y señaló que respaldaría a la hostelería cumplidora de la ley. Esto puede ser el comienzo de algo.

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SA. ¿Los cierres de bares como los que se están produciendo, son la solución al problema de la movida?

El problema de la movida es que se incumple la normativa. Si en el cumplimiento de esa normativa tienen que cerrar determinados bares, no es asunto de los vecinos. Nosotros hemos pedido ayuda al Ayuntamiento que es el responsable de hacer cumplir la ley. Lo que buscamos es el derecho al descanso, no dormir tres horas al día.

SA. Es un hecho que en cinco meses se celebran elecciones municipales. ¿No cree que este aspecto ha influido en el cierre de establecimientos?

SC. Hazme esta pregunta cuando pasen las elecciones. Pero todos los grupos municipales, PP, PSOE e IU, e incluso sin representación como el PA, han apoyado a los vecinos. Esperamos que pasadas las elecciones cumplan sus promesas, si no, nos veríamos obligados a demandar al Ayuntamiento, como ya hicieron los vecinos del Arenal, que tienen una sentencia que condena al Ayuntamiento por dejación de funciones

SA. Se han precintado bares en varios puntos de Sevilla pero ¿cómo está en estos momentos la Alfalfa?

SC. Los bares han abierto, la ‘botellona’ sigue existiendo y se va movilizando de un sitio a otro, el ruido sigue estando y la gente sigue transportando copas por la calle. Pero es cierto que hay menos movida y la zona está más vigilada por la Policía. Pero aún queda mucho por hacer porque se da la circunstancia de que en una zona como la Alfalfa, declarada Zona Acústica Saturada, (ZAS), existen bares con licencia hasta las cuatro de la mañana.

A esto se suma que muchos de los clientes de estos bares son erasmus o están acostumbrados a un ocio más permisivo en otros municipios. Esto obligaría a los bares a controlar a los clientes para evitar molestar a la vecindad…  Pero insisto en que nuestra intención no es cerrar bares, sino garantizar el derecho al descanso y que se reduzcan los ruidos.

SA. ¿Como vecina de la Alfalfa, cree que se ha fomentado este tipo de ocio nocturno?

SC. Aquí siempre ha existido movida, pero no como hasta ahora. Aquí existían los ‘martes locos’ de la Alfalfa, e incluso la zona aparecía en publicidades como destino de borrachera.

SA. Todas estas restricciones, ¿no pueden acabar perjudicando a la hostelería?

SC. Esto sólo puede perjudicar a la hostelería incumplidora, que no favorece ni a hosteleros ni a vecinos, ni a nadie.

SA. Como plataforma, entiendo que habéis consensuado medidas que solucionen el problema. ¿Cómo se puede compatibilizar el derecho al descanso con el ocio nocturno en esta zona?

SC. Soluciones concretas pueden ser que la Policía multe el botellón, disuelva a la gente que están molestando los vecinos y que se haga cumplir la normativa existente: ley antirruido, regulación de las ZAS y ley antibotellón. Además, esta zona, como ZAS, obliga al Ayuntamiento a tomar medidas correctoras que pongan fin a ese problema. Una posibilidad que contempla la normativa de las ZAS es adelantar dos horas la hora de cierre de los establecimientos.

Los vecinos, si quisiéramos ir contra los bares podríamos apelar esta norma, pero no es el caso porque no queremos penalizar a los establecimientos cumplidores. Lo ideal, como he dicho, sería crear una mesa entre vecinos, bares y ayuntamiento, y apelar a la conciencia ciudadana.  Así podríamos hacer que los bares sigan ganando dinero, que los vecinos podamos dormir y que la Policía se dedique a otros delitos.

Nació en Sevilla y pronto supo que lo suyo sería la comunicación. Es licenciado en Periodismo en la Universidad de Sevilla y Máster en Marketing Digital por la Universidad de Málaga. Especialista...