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En el Centro de Diagnóstico y Tratamiento existe un servicio de Radiología que realiza unas 200 pruebas diarias de pacientes remitidos de las distintas consultas del centro y de las consultas de otros centros como Duque del Infantado o del  Hospital Maternal.

Desde primeros de febrero está cerrado el servicio de citas que está situado en la zona donde se realizan las pruebas. Allí llegaba el paciente de las consultas y se le daba directamente la cita para otro día o para el mismo día si la solicitaba urgente el facultativo, para volverlo a ver en consulta y se le hacía su prueba.

Ahora con el cierre de este servicio los pacientes tienen que desplazarse a la planta baja del Hospital General donde han centralizado todas las citas y volver al CDT a realizarse la prueba (aunque sea urgente). 

En el servicio de citas del Hospital General había ya quejas de usuarios y profesionales por la sobrecarga del servicio y las aglomeraciones que se producían, «pues ahora encima de los cientos de citas diarias se le añaden ahora las del CDT con lo que las colas, que ya eran insoportables, ahora son catastrófica», denuncia CSIF. 

«Los pacientes y familiares están hartos de dar vueltas de un lado a otro, las colas son impresionantes con una demora en ocasiones de dos horas para que atiendan. Además, en este tiempo de espera, los pacientes con dificultad de movilidad se quedan solos en el CDT mientras su familiar recibe la cita y después de todo este recorrido grotesco si alguien pide la hoja de reclamaciones en el CDT lo mandan a Gestoría del Usuario al Hospital General, otro paseito», lamentan.

Por otra parte el personal Técnico de Rayos del Centro de Diagnóstico, que realiza las pruebas, tiene que soportar las quejas (totalmente justificadas, aunque ellos no pueden solucionarlo) de los usuarios, denuncia el Sindicato, ya que «no llegan a comprender que no le puedan hacer una radiografía sin que previamente tengan que ir a otro centro a que le mecanicen su petición, lo que le va a llevar una o dos horas».

También los celadores (de los que se han perdido, en el CDT, 4 ó 5 puestos de trabajo entre bajas y jubilaciones) tienen que soportar las quejas de los usuarios y tampoco hay un personal que se pueda hacer cargo de las personas mayores o impedidas mientras su familiar arregla el papeleo. Ya no digamos una persona mayor que venga sola y lo manden de una cola a otra en centros distintos.

Además, advierten, el personal Administrativo tiene una sobrecarga de trabajo «impresionante» dando citas sin parar (atienden a más de 500 personas diarias entre citas e información al usuario), en esta zona de citas se acumulan decenas de personas nerviosas y enfadadas por las largas esperas con frecuentes incidentes de orden público y en muchas ocasiones ha tenido que intervenir la Seguridad del centro.

«A este personal Administrativo los tienen controlados de forma abusiva, les prohíben ir a desayunar después de las 10 y media, le ponen trabas para sus permisos reglamentarios, les tratan con malas formas, terminan más tarde de su jornada y no sustituyen sus puestos cuando tienen que ausentarse del mostrador y por supuesto tienen que asumir las citas del CDT con el mismo personal, ya no pueden más y están teniendo repercusiones en su salud», concluye la denuncia de CSIF.