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La motocicleta que conducía tuvo que ser almacenada ya que el acompañante iba más ebrio que el propio conductor.

El pasado lunes, sobre las nueve de la mañana, un patrullero de la Policía Local circula por la zona sur de la Ciudad, cuando los agentes observan como el ciclomotor que circula justo delante de ellos, ocupado por dos personas, rebasa un semáforo en luz roja sin guardar precaución alguna.

Los agentes le dan el alto y pueden comprobar cómo el conductor presenta síntomas evidentes de estar muy bebido, por lo que le trasladaron a las dependencias policiales para la práctica de las pruebas de alcoholemia. Superó el triple de la tasa máxima permitida, por lo que fue puesto a disposición judicial.

El ciclomotor fue trasladado a los almacenes municipales dado que el acompañante no podría hacerse cargo del mismo al estar bastante más ebrio que el conductor.