Es una de las voces más veteranas del deporte sevillano, Rafael Almansa presume de un currículum que más de uno ya quisiera, Cadena SER, Onda Cero y Cadena COPE. Una trayectoria marcada por la independencia esquivando las presiones ajenas propias de la profesión y asumiendo la responsabilidad de sus palabras en una ciudad en el que el fútbol es un sentimiento más que un juego. Actualmente es director de Deportes Cope y dirige el programa La Liga de Giralda Tv, hemos charlado con él del panorama del periodismo deportivo y las complicaciones que éste conlleva. Quién mejor que él para contarnos su amplia experiencia.
Sevilla Actualidad.-¿Es fácil trabajar en una ciudad con dos equipos de fútbol tan influyentes?
Rafael Almansa.- Para nada. En esta ciudad concretamente no. En Barcelona, el Barça se lo lleva todo y el porcentaje para el Espanyol es mucho menor. En Madrid, la mayor parte es para el Real Madrid, luego para el Atlético es más liviano. En Sevilla la equidad debe ser al 100% porque se está pendiente de si a uno le das más tiempo que a otro. Esto no es fácil de llevar. Yo trabajo desde el año 89 y mantener la equidad es muy complicado. Por eso, trato de ocultar del equipo que soy porque se lleva mal. En Sevilla vale mucho ese pensamiento de que no es bueno decir de qué equipo eres, ya que la sensibilidad por el fútbol en la ciudad es terrible. La responsabilidad de los periodistas es enorme, según como trabajes en los derbis se nota, lo digo por los incidentes. La equidad debe ser el eje de nuestro trabajo.
S.A.-¿Cómo fuiste especializándonte en el periodismo deportivo?
R.A.- Es lo que me interesaba desde el principio, no me gusta la política y no soy tan culto como para hablar de Bellas artes y cultura. Así que como había jugado al fútbol y era lo que más me gustaba, opté por ello y he me ha ido bastante bien. He vivido los grandes acontecimientos del fútbol, como mundiales y eurocopas, que es lo máximo que un periodista puede vivir.
S.A.-¿Era más difícil antes o ahora?
R.A.- Era distinto, el romanticismo de ir junto al deportista y al representante ya ha muerto. Ahora los futbolistas son más máquinas, los tratos con ellos son menos personales. Ahora son auténticas empresas y para hablar con ellos, hay que hablar con los jefes de prensas del presidente. Tienen contratos de imagen y lo que buscan son contratos de publicidad y si no, pues es más difícil contactar con ellos. Antes el trabajo era más puro, contrastabas más las noticias, buscabas las exclusivas, ahora con los ordenadores, nada es igual. Actualmente las primicias ya no existen, llegas media hora antes del programa te metes en internet y trabajas sobre lo que ya hay y podemos hacer perfectamente un programa noticiable. También digo que hay mucho por internet que se esconde en internet bajo un pseudónimo sólo para dar palos. Ahora te quedas con la comodidad de estos tiempos pero antes todo era más puro más bonito.
S.A.-¿Puede haber periodistas deportivos sin vocación?
R.A.- Sí, igual que hay arquitectos que venden pizza y camareros ingenieros. En la vida ante todo está la necesidad de cada uno. Lo mío es vocación y luego va la necesidad. El problema es que el periodista, al igual que el futbolista, puede estar en una empresa que no va bien y no cobras religiosamente, pero a la hora de hacer un programa, o de cubrir un partido, te olvidas de todo porque es vocación. Ésto no es como un banco en el que entras a una hora picas y te vas. Aquí el tiempo y los horarios no existen por lo que mucho tiene que gustarte para estar bien.
S.A.-Entonces eso de que los periodistas deportivos trabajan menos que los demás es un mito…
R.A.- Eso es un mito, el periodista deportivo trabaja más que nadie porque nosotros, cuando empieza la temporada, no sabemos lo que es un domingo, un sábado o un día festivo.
S.A-¿En el periodismo deportivo que es más importante la información o la opinión?
R.A.- Las dos cosas. Primero viene la información, luego la opinión y el debate. Si no incluyes información, es como si tienes un coche muy bonito y no le pones gasolina.
S.A.-Pero parece que ahora lo que vende es la opinión, los debates, las tertulias…
R.A.- Sí pero lo primero es la información, lo que yo creo es que primero hay que informar, opinar y debatir. Cuando llegué a Sevilla apenas había opinión porque, como ya hemos dicho, es complicado y se paga caro opinar y que tu opinión no coincida con el que te escucha o no sea de su gusto. Vienen los retos, las amenazas y lo que tienes que tener es una independencia total, un carácter fuerte y entender lo que es este gremio. Hay mucho vetado, mucha gente fuera y mucho estómago agradecido que trabaja a la mano de su amo. Lo que dijo Guardiola de la central lechera es verdad. Florentino Pérez es uno de los presidentes más dictadores del fútbol nacional. Tiene periodistas puestos y periodistas vetados. Y casi todos los presidentes de los clubes desde que estos se hicieron sociedades anónimas tienen su parte dictatorial, o estas con ellos o en contra de ellos.
S.A.-¿Le han vetado alguna vez?
R.A.- Yo he estado vetado y amenazado, me quemaron un coche de COPE Sevilla en el campo del Sevilla, una unidad móvil. Han intentado agredirme, me han pintado toda la calle con amenazas de muerte y en mi casa he tenido un coche de la policía nacional por amenazas. Esto pasa en todas partes porque impresentables y hooligans hay en todos lados. Y todo por no decir lo que ellos quieren y por no contar lo que la gente quiere escuchar Aun así, tú tienes que ser tú y no perderte en el camino.
S.A.-¿La espantada que hubo de la SER a COPE es posible en otros campos que no sea el periodismo deportivo?
R.A.- Sí por qué no, imagínate que en sus tiempos Iñaki Gabilondo se enfada con la Ser y su equipo se va con él, eso mismo le pasó a Paco González , no estuvo de acuerdo con su cadena y se fue con el equipo.
S.A.-¿En líneas generales, hay imparcialidad en el periodismo deportivo?
R.A.- Sí, pero con salvedades. Cada empresa tiene una línea editorial, que puede ser para vender más periódicos simplemente o para defender unos intereses. Si el director de una cadena o periódico es afín a, por ejemplo, Florentino Pérez, habrá que hablar muy bien de su equipo. Si está enfrentado a él habrá que atacarlo. Aquello del periodista libre e independiente se está perdiendo cada vez más. Ahora hay que tener mucho cuidado. Tienes que ser crítico, sin dejar de ser tú, pero teniendo en cuenta los intereses que puede haber en tu empresa.
S.A.-¿ Entonces, más allá de los colores, es el negocio lo que tira?
R.A.- Sí, ahora mismo el valor de la información se mide por el resultado, pero éste, en la radio, tiene truco al menos en radio. La audiencia la mide el EGM, que está controlado por el grupo Prisa a través de Canal Plus Francia. Curiosamente, el primer puesto siempre es la cadena SER pero a casi nadie le han preguntado que radio escucha. Si tienes menos audiencias, habrá menos publicidad, y por tanto, menos beneficios y recursos para el medio.
S.A.-¿Crees que en el periodismo deportivo se peca de sensacionalismo para satisfacer a la audiencia?
R.A.- Tal como decía José María García, ahora vende más una noticia que no es tal que una que sí lo es. Antes, en mi época junto a él, si la información no estaba contrastada no se publicaba. En estos momentos hay muchos periodistas a los que no les importa tener que desmentir una noticia, si ésta va a vender mucho. Esto ocurre porque en este país se consume mucha basura y la información no pasa por ningún filtro y la deportiva es una más. Cada vez se acerca más a la crónica rosa basura, que tanto vende.
S.A.-¿Qué recuerdos guarda de José María García?
R.A.- Los mejores. Todos los minutos de radio y televisión que hoy tenemos, se los debemos a él, que los peleó mucho. Él era un visionario de eso. Cuando las emisoras sólo valoraban la información generalista y los periodistas deportivos éramos unos apestados dentro de la redacción, el apostó por el deporte. Inventó el programa Hora 25 Deportiva, el Partido de la jornada, hizo que la Vuelta a España tuviese interés. Era de los que pagaba y cuidaba mejor a su equipo. Además, los defendía ante las amenazas de los presidentes de los clubes. Tuve la suerte de trabajar con él y fue una gran época.
S.A.-¿Se entiende hoy el periodismo sin el deporte?
R.A.- Está claro que no. Estamos en la situación contraria a la anterior. Ahora el deporte manda por encima de todo lo demás.
S.A.-¿Tienen tanto poder los líderes de opinión del periodismo deportivo como parecen?
R.A.- Sí lo tienen, aunque antes lo tenían mucho más. Ahora no tenemos tanto, porque hay un chantaje de la Liga de Fútbol Profesional que nos impide entrar en los estadios y sin embargo, no tenemos tanta fuerza para romper ese bloqueo.
S.A.-¿Qué opinas sobre el canon que os impide entrar en los estadios?
R.A.- No se puede pagar por informar. Se puede pagar por mejorar las instalaciones donde emitimos. Es algo que han hecho motivado por la incompetencia de estos gestores. Han movido mucho dinero para no rentabilizarlo y ahora quieren hacerlo con nosotros.
S.A.- ¿Se trata bien desde Madrid al deporte andaluz?
R.A.- Por regla general no. Es muy parcial y se trata de forma muy despectiva y sobre todo para el cachondeo. Si vendes una noticia mala, te la compran. Sin embargo, una noticia buena, como cuando el Sevilla ganaba títulos, no interesaba.
S.A.- ¿Es imposible incluir otros deportes además del fútbol en la agenda del periodismo?
R.A.- El fútbol es el espectáculo por excelencia, el que deja más ingresos y dividendos. Otros deportes, o el deporte base, más limpio y puro, no interesan al público. No podemos informar sobre algo que la gente no demanda.
S.A.- ¿Qué diferencia hay entre una redacción generalista y una deportiva?
R.A.- Ellos son más cuadriculados, todo tiene que ir por escrito con su guión. Los periodistas deportivos somos más bohemios y románticos. Dejamos todo mucho más abierto a la improvisación.
S.A.-¿Hay mucho enchufismo en el periodismo deportivo?
R.A.- Muchísimo. Desgraciadamente es así en todos los tipos de periodismo, tanto en las direcciones como en las redacciones. Hay grandes periodistas que están en el paro y otros enchufados a los que hay que tragarse. En esta profesión hay tres cosas importantes: el trabajo, la lealtad y la suerte. Si tienes la suerte de que tu trabajo se vea en el momento justo, creces mucho y si no, te quedas en un rinconcito y no te ve nadie.
S.A.-Las instituciones deportivas guardan con celo las noticias pero generalmente acaban saliendo a la luz anticipadamente. ¿Cómo es posible?
R.A.- Porque las filtran. Directamente a través del club, o bien, de un intermediario. Al final, lo que sale es el interés que tienen los clubes. Cuando un club no quiere que algo aparezca en los medios, se preocupa de hacer las cosas con más sigilo. Suelen soltar las pistas y dejar huella para que los medios lancen la noticia. Es un problema a veces, porque el marrón puedes llevártelo tú, si no lo tienes contrastado.
S.A.-En los últimos años se consideraba que el Sevilla era hostil ante los medios ¿Cómo fue esa época?
R.A.- El Sevilla se equivocó en una política que no conducía a nada. Crearon unos monstruos sin ningún rigor, de espaldas a la realidad y el caché de la entidad, que empezaron a disparar a todo aquel que criticara en algún momento al club. En el periodismo hay que aceptar la crítica constructiva y, si tú agredes tienes que aceptar algo parecido. Actuaron de forma cobarde y pudieron hacer mucho daño porque hubo periodistas que se jugaron su integridad por hacer su trabajo en libertad, sin máscaras, no como las que utilizaban ellos. Afortunadamente no lincharon a ningún redactor. No ocurrieron cosas graves por algo divino porque lo que hicieron, o trataron de hacer, fue muy fuerte.
S.A.-¿Por qué se está abriendo más ahora?
R.A.- Porque en la vida prevalece la razón. Se dieron cuenta de que el periodista no marca el gol, ni hace el penalti, ni hace el fichaje. El periodista es un notario de la noticia, no el juez, y simplemente cuenta a diario lo que ve.
S.A.-¿Consideras positivo que los clubes tengan sus propios medios de comunicación?
R.A.- Sí, pero siempre que se haga para bien del club. A no todos los sevillistas les gustaba el veneno que salía de esa parcela. Algunos sintieron vergüenza ajena. Afortunadamente se dieron cuenta del error y han reconducido la situación.
S.A.-Tras la marcha de Lopera, ¿se ha notado un cambio a la hora de trabajar con el Betis?
R.A.- Sí. Ahora están estructurando el club de una forma más abierta, con más flexibilidad y profesionalismo. Ahora se puede trabajar en mejores condiciones. Antes era un gueto cerrado y todo el que saliera de la línea que intentaban marcar, era vetado. Yo he sido vetado muchas veces y he sufrido mucho. Mucha gente ha sido maltratada en esa época.
S.A.-¿Hay rivalidad entre los distintos medios de la ciudad?
R.A.- No tanto. Somos los mismos y nos llevamos muy bien, pero uno tiene que ser neutral y defender al medio que te paga sobre todas las cosas. En los viajes nos llevamos muy bien, pero después cada uno defiende lo suyo y tiene que ir a muerte. Yo no le voy a dar una primicia a nadie. El día que damos una noticia buena somos muy felices y cuando nos la quitan, nos amargamos. Si eres profesional, tienes que saber vivir así.
S.A.- ¿Todavía existen primicias en el mundo del fútbol?
R.A.- Sí, y si no hay primicias, hay que tratar las noticias bien y levantarlas. Después vas a notar como otros medios se hacen eco de ellas. Al igual que cuando alguien levanta una noticia, hay que ser lo suficientemente ricos para nombrar a los compañeros que la han trabajado y mencionar las fuentes.
S.A.-¿En qué radica el éxito de tu programa en Giralda Televisión para ser el más longevo de la televisión local?
R.A.- Pues trabajar mucho, ponerle mucha alegría, rigor e ilusión. Y comunicar con la gente, hacerla participar y que expliquen sus opiniones. Durante mucho tiempo nos hemos olvidado que el fútbol es un sentimiento. Por muchos paquetes de acciones, fichajes y plataformas televisivas que mediaticen el fútbol, no podemos olvidar el alma y el sentimiento de las aficiones, que se traslada de una generación a otra. Es importante escuchar las emociones y los sentimientos que son los que mantienen el interés del fútbol. Siempre hemos tratado de darle opción al que paga, pero que no tenía voz, saber sus opiniones sobre el programa, si están a favor o en contra tuya, siempre con una línea de educación. Hay que integrarse con el espectador, sabiendo que existe una comunicación real y apostar de verdad por ello.
S.A.-¿Radio, televisión o prensa?
R.A.- Radio y televisión, por ese orden. La radio es lo más inmediato, la televisión tiene más repercusión. La prensa no me gusta.