Representantes de la administración pública andaluza y de distintos colegios profesionales en materia de obras públicas dan así su visto bueno a un Plan al que sólo se oponen los delegados de Ecologistas en Acción, que echan en falta estudios medioambientales en las zonas en que se ejecutarán los grandes proyectos metropolitanos del futuro más inmediato.
Aún así, lo cierto es que se trata del primer documento que aceptan firmar, sin condiciones, los empresarios con presencia en la Comisión de Ordenación Territorial. Una muestra de apoyo del colectivo que, para la Junta de Andalucía, supone el respaldo del sector a los proyectos que se incluyen en el último Potaus.
Un Plan de “máximo consenso”
Es por ello que Espadas hace una “valoración muy positiva” de la superación de este segundo trámite, después de que la Comisión de Redacción del Plan concretase los proyectos que se incluirían y los que se quedarían fuera.
Para el consejero, gran parte de la importante reside en que se trata del “primer plan en el que votan a favor los representantes del sector empresarial” que “son capaces de compartir un modelo territorial y consensuarlo al máximo en lugar de imponer un plan a ayuntamientos y promotores”.
“El modelo territorial o es consensuado o no se ejecuta”, sentenció el consejero del ramo, que resaltó la posibilidad que se abre ahora de “tomar decisiones integrales” en la ordenación del territorio. Es más, apuntó que “es importante, en la situación de crisis actual, despejar las incógnitas sobre las inversiones futuras en el área metropolitana”.
Sin informe medioambiental
De cualquier modo, Juan Espadas insiste en que ha sido “enormemente gratificante ver el nivel de respaldo conseguido”, por lo que tras la negativa de los ecologistas, les dijo que “con independencia de que siempre se pueda tener la sensación de que pueden plantearse cosas más ambiciosas, lo más razonables es aprobar un documento que vaya reorientando las tendencias”.
“Plantean parar el crecimiento, que no haya más viviendas o no haya SE-40, pero los ciudadanos lo necesitan”, aclaró el Consejero, que concluyó que “un plan subregional no puede cambiar la realidad del territorio de la noche a la mañana, aunque sí reorientarla hacia la sostenibilidad”.
Un Plan con 6.500 hectáreas productivas
En total, estas áreas de oportunidad podrán dotar al sector productivo sevillano de 6.560 nuevas hectáreas donde desarrollar sus actividades y se espera que generaren un número de empleos que duplique el total de ocupados del sector de la construcción en toda la provincia, según la EPA del tercer trimestre de 2008.
El Plan incorpora, igualmente, 22 áreas de oportunidad para suelos destinados a usos residenciales de relevancia metropolitana. Estas áreas residenciales suman un total de 1.230 hectáreas que permitirán el desarrollo de 54.800 nuevas viviendas, de las que entre el 60 y 70% serán protegidas.