El Pabellón de San Pablo recibe desde este miércoles a los mejores palistas del ranking mundial en el Sevilla International Open, el segundo torneo del recién estrenado World Padel Tour, el circuito internacional de un deporte que cada vez aglutina a más seguidores.
Tras el estreno del nuevo sistema de competición en Murcia, Sevilla vuelve a reencontrarse con el mejor pádel en la segunda parada de este gran circuito. El torneo cuenta con todos los ingredientes posibles para alentar el lleno en la grada. Por la pista de San Pablo ya han comenzado a aparecer los mejores jugadores del mundo.
Después de la ausencia en Murcia, la competición disfruta del regreso del número 9 del mundo, Matías Díaz Sangiorgio, que junto a Cristian Gutiérrez buscará el triunfo en el torneo. Ambos ya están en octavos de final al doblegar a Juan Gisbert y Gerard Company (6-3, 6-2).
La competición también ha disfrutado de la vuelta del antiguo líder mundial Roby Gattiker, quien junto a Cristian Calneggia, ya ha sido eliminado del torneo al caer frente a la pareja conformada por Adrián Allemandi y Fernando Poggi (2-6, 1-6). En cambio, sí han pasado a la siguiente ronda Pablo Lima y Juani Mieres (número 3 y 4 del mundo, respectivamente), tras derrotar (7-6, 6-3) a Enric Sanmarti y Adrián Biglieri.
Pero pese a la presencia de un gran elenco de estrellas, el auténtico protagonista será el sevillano Paquito Navarro, que formando pareja con Jordi Muñoz buscará avanzar lo máximo posible en el torneo a partir de las 17:00 horas en su duelo ante Uri Botello y Javier Concepción
El hispalense, décimo mejor jugador del mundo explicó este martes en Radio Marca, la ilusión que supone competir en casa, aunque advierte de la enorme responsabilidad que ello comporta: “Para mi Sevilla es especial, es un punto extra de motivación, aunque eso mismo puede ser un arma de doble filo, pero bueno esperemos que los nervios no jueguen una mala pasada. Lo voy a dar todo y espero que la gente se quede contenta con el papel de un sevillano en su ciudad”.
Paquito se mostró confiado en sus opciones en el torneo, pese al complicado reto de derrotar a los complicados rivales con quienes ha quedado encuadrado. “He tenido mala y buena suerte. Mi parte del cuadro es muy dura desde el primer partido. Pero creo que jugando bien y haciendo las cosas bien, el límite se lo marca uno mismo. Esperemos llegar lejos”, señaló.