Fue hace casi 900 años cuando el segundo sultán almorávide, Yúsuf ibn Tasufín (1107-1143), debido al avance de las tropas cristianas en su caminar hacia la conquista de Sevilla, ordenó reforzar las defensas de la ciudad en el tramo entre lo que hoy conocemos como el Arco de la Macarena y la Puerta de Córdoba.
Una construcción, como es la de la muralla de la Macarena, obra de los almorávides que los almohades reformaron parcialmente, que, según arrojan los estudios realizados durante esta primera fase de restauración que ha culminado, tuvo un color blanquecino en su exterior.
CONTENIDO EXCLUSIVO
Puedes hacerte socio o registrarte gratis
Si estás registrado o eres socio inicia sesión