El barrio de la Calzá, al que llevó por bandera allá por donde actuaba, dio su último adiós a Pascual González en la Iglesia de San Benito. Familiares, amigos, componentes de Cantores de Híspalis y una representación de las autoridades municipales acudieron para mostrar sus respetos al trovador sevillano por excelencia.
En un ambiente de silencio que solo rompían las campanas de la iglesia de la que es su hermandad llegó la comitiva fúnebre, encabezada por dos coches repletos de coronas de flores con mensajes de despedida de diversas instituciones, amigos y compañeros de Cantores de Híspalis.
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