Andrés Ferreras volvió de Alemania en 1993, donde estudió y trabajó durante años, con una idea: crear una tienda de zapatos con alzas para caballeros en Sevilla.
La iniciativa, un tanto extravagante por entonces, resultó un éxito. Sus zapatos han llegado a más de 80 países, venden 15.000 pares cada año y actores y políticos nacionales e internacionales llevan su marca. Ahora, la empresa, de la mano de Antonio Fagundo, sobrino del fundador, está a punto de desembarcar en Asia.