La entidad invirtió más de cuatro millones de euros en 2014. Las necesidades más demandadas en las Cáritas Parroquiales siguen estando relacionadas con la vivienda y la alimentación.
Cáritas Diocesana de Sevilla ha atendido el pasado año en la provincia a 65.039 personas, un total de 19.226 familias, a las que se les ha aumentado e intensificado la ayuda para ofrecer un proceso de colaboración continua, un trabajo realizado por 2.728 voluntarios y 78 personas contratadas.
Así lo han señalado en rueda de prensa el delegado episcopal de Cáritas Sevilla, Eduardo Vera; el director, Mariano Pérez de Ayala; y la secretaria general, Auxiliadora González, que han destacado que esta memoria es una continuación del informe Foesa, que destaca que un 25 por ciento de la población andaluza está en situación de exclusión, 2,1 millones de andaluces, de los cuales un millón de personas están en situación de riesgo de exclusión severa, en total 334.000 hogares.
El delegado episcopal, Eduardo Vera Martín, ha iniciado la presentación situando el resultado de dicha memoria en el contexto actual, en el que, según el último Informe Foessa, trescientos treinta y cuatro mil hogares andaluces (casi un millón de personas), viven en una situación de exclusión social severa, “lo que exige a Cáritas a seguir trabajando por poner a la persona en el centro”, comentó.
En su intervención, la secretaria general, Auxiliadora González ha dado a conocer los datos más significativos de la misma. Así, el pasado año, la entidad prestó su ayuda a 19.226 familias, un 8% menos que en 2013. Sin embargo, el número de intervenciones aumentó un 26.51%.
La prioridad por mantener en el centro a la persona y su dignidad, llevó a la institución católica a invertir más de cuatro millones de euros para el desarrollo de sus actividades, entre las que destacan: las ayudas de atención primaria (38,44%), las acciones para el empleo (talleres, formación-16,79%-) y las acciones por la inclusión social (32,15%).
De esta cantidad invertida, sólo el 18.81% corresponde a subvenciones públicas, por lo que el 81.9% se cimentó, en 2014, en las aportaciones de comunidades cristianas, socios y donantes.
La secretaria general ha destacado también la importancia del trabajo que realizan las Cáritas Parroquiales, que son las que prestan la atención primaria a las personas que más lo necesitan. De esta manera, sigue siendo alarmante que el 34% de la inversión de las Cáritas Parroquiales se destinara a problemas derivados de la vivienda (Hipotecas, alquileres, suministros) y el 50% para alimentación.
Además de las ayudas de atención primaria, debido a la complejidad que está adquiriendo la situación actual de pobreza, muchas de las Cáritas Parroquiales decidieron dar un paso más en 2014, iniciando proyectos de atención específica dedicados a Infancia y juventud, mujeres, personas sin hogar y mayores, con el fin no sólo de ayudar sino también de cuidar a la persona.
“La pobreza se intensifica, no disminuye”, así comenzaba su intervención el director de Cáritas Diocesana de Sevilla, Mariano Pérez de Ayala, que ha declarado que la “memoria de Cáritas pone también de relieve que vamos caminando desgraciadamente hacia un modelo dual, en el que unos tienen de todo y otros carecen, si no de todos, de muchos bienes sociales”.
“Los ajustes económicos han hecho que nos olvidemos de las personas. Cáritas no quiere permanecer muda ante la reducción de las políticas sociales”, así ha denunciado Pérez de Ayala la gestión de dichas políticas.
Ante esta situación, el director de la entidad ha terminado su intervención haciendo un llamamiento al nuevo gobierno andaluz y a los ayuntamientos andaluces a volver a poner en el centro de sus políticas a los miembros más desfavorecidos de la sociedad. Luchando contra la pobreza, la exclusión y por la igualdad con políticas que garanticen por ejemplo el derecho a la vivienda y la protección social de las familias. “Es el momento de que nos acordemos de la gente y la pongamos en el centro”, concluyó.