Aún hoy en día, existe un cierto desconocimiento acerca del uso de juguetes sexuales, como el vibrador, en las relaciones sexuales. Se piensa que el uso de este tipo de artilugios puede acarrear consecuencias negativas.
En primer lugar, hay que decir que este tipo de preocupaciones no tienen ningún fundamento, más bien se mantienen por una serie de falsas creencias y mitos. El vibrador fue inventado en la década de 1880 por Kellina Wilkinson con una finalidad terapéutica. Actualmente muchos sexólogos lo aconsejamos en terapia sexual.
Actualmente, se le reconoce al vibrador multitud de beneficios. Todo lo contrario de lo que se ha creído desde hace mucho tiempo. Claro está, que si no se ha usado más es, por cuestiones morales, tabú y miedos,…, presente en nuestra sexualidad, más aún en la femenina.
Desde hace tiempo, se viene demostrando que las mujeres que usan el vibrador tienen una excelente vida sexual. Asimismo, ayuda a las mujeres a alcanzar niveles más elevados de excitación. Además favorece la obtención del orgasmo, y como consecuencia el deseo sexual puede llegar a ser mayor.
Por otro lado, este juguete sexual ha sido de gran ayuda para personas con cierta discapacidad y con más difícil acceso a las relaciones sexuales.
El uso del vibrador se ha asociado para la masturbación femenina en solitario. Actualmente, hay que decir que un 60% de las parejas lo usan es sus relaciones sexuales. Según algunos estudios, las parejas que lo usan afirman que su uso les permite tener una vida sexual más plena.
¿Qué ocurre entonces? ¿Si es tan útil, por qué no lo usamos más? Como ocurre en otras áreas de nuestra vida, máxime en la sexualidad, existen multitud de mitos presentes que hacen que no se use mayoritariamente. Algunos de estos mitos son:
– El vibrador adormece los genitales permanentemente. Hay que tener en cuenta que una estimulación prolongada pude generar entumecimiento genital, pero temporalmente. Tras dejar la estimulación, esa sensación desaparece al poco tiempo.
– El vibrador sustituirá a la pareja. Nada más lejos de la realidad. Aún siendo un temor común, el uso del vibrador viene a complementar la vida sexual en pareja. El contacto físico, piel con piel, de la persona con la que queremos estar, no sustituye al juguete sexual.
– Su uso puede generar adicción. El vibrador no genera adicción. Si una persona lo usa en exceso para la masturbación, lo que puede estar pasando es que lo que tenga es una tendencia compulsiva a la masturbación.
– Las personas que tienen pareja no necesitan vibrador. Como ya hemos dicho, su uso es una opción positiva, puede optimizar la satisfacción en las relaciones sexuales. No es un sustitutivo, es un complemento.
– Me da vergüenza comprar un vibrador. Actualmente, plantearse esta cuestión no es un problema. En Internet existe un amplio catálogo de empresas que envían a domicilio este tipo de productos, de manera confidencial y discreta.
Como podemos comprobar, el uso del vibrador puede aportarnos un sinfín de ventajas tanto si lo usamos en pareja, como si se usa en solitario.
En la sexualidad, como en la vida misma, todo es cuestión de experimentar. Si la experiencia es negativa, pues se deja, si por el contrario es satisfactoria y nos aporta mucho ¿porqué no seguir?.