Los hechos arrancan la madrugada del 23 de mayo cuando un coche estacionado ardía en la calle Molinilla de la localidad de Casariche. Tres explosiones despertaron a los vecinos, que observaron una gran bola de fuego y dieron aviso a los servicios de emergencias.
Hasta el lugar se desplazaron los efectivos del parque de bomberos de Estepa, quienes se ocuparon de la extinción no sin cierta dificultad. El comportamiento resistente del fuego hizo sospechar a los agentes de que podría tratarse de un incendio provocado.
El fuego y el humo alcanzaron dos viviendas cuyos moradores no precisaron asistencia médica. El vehículo quedó completamente calcinado teniendo que ser retirado por un servicio especial de grúas, debido al daño de su estructura.
Para los agentes, el fuego se había producido de forma sospechosa puesto que nada hacía pensar que las llamas se hubiesen originado de forma espontánea. La temperatura de la noche no era elevada y el vehículo estaba totalmente detenido. El comportamiento del fuego al entrar en contacto con el agua, también fue inusual.
Durante esa mañana los agentes realizaron una inspección más exhaustiva del entorno del lugar de los hechos, hallando indicios que revelaban la pista de un vecino de Casariche con múltiples antecedentes como posible responsable del incendio de este coche.
También se realizaron gestiones con los Centros de Salud próximos para saber si alguna persona había recibido asistencia médica por quemaduras, con lo que se acabó deteniendo a A.R.G. de 21 años de edad y su cómplice, S.R.M. de 31 años, autora intelectual, quien parece ser que motivada por no aceptar que su expareja hubiese rehecho su vida, pensó perjudicarlo quemándole el coche.