Situada en pleno corazón de la Sierra Norte de Sevilla, el municipio de Constantina destaca por su paisaje montañoso y, especialmente, por sus empinadas calles que la convierten en uno de los pueblos con más cuestas de la provincia. Este rasgo geográfico ha marcado profundamente la estructura urbana y el día a día de sus habitantes, así como la experiencia de los visitantes que recorren sus sinuosas vías.

Un pueblo en la ladera del Cerro del Castillo

Constantina se asienta en la ladera del Cerro del Castillo, una ubicación privilegiada que le otorga una geografía accidentada. El casco antiguo del pueblo se distribuye en diferentes niveles, y muchas de sus calles se componen de largas cuestas, rampas y escaleras que ayudan a salvar los desniveles naturales. Esta disposición recuerda a los antiguos pueblos fortificados, donde la altura ofrecía tanto protección como panorámicas únicas del entorno.

El barrio de La Morería, una de las zonas más antiguas del municipio, es un claro ejemplo de la disposición en ladera de sus calles. Su trazado laberíntico se adapta a la pendiente, creando un escenario en el que las casas blancas parecen escalar unas sobre otras. Al recorrer esta área, los visitantes no solo experimentan el reto de caminar por calles empinadas, sino que también disfrutan de vistas que dominan el paisaje serrano.

Patrimonio y paisaje

Constantina no solo es conocida por sus cuestas, sino también por su rico patrimonio histórico. Además del castillo en lo alto del cerro, desde el que se pueden contemplar impresionantes vistas de la sierra, el pueblo conserva iglesias y plazas que datan de varios siglos atrás.

Los alrededores del pueblo ofrecen rutas naturales que invitan a recorrer el Parque Natural de la Sierra Norte. Las cuestas del pueblo no son solo una característica urbana, sino una extensión del paisaje montañoso que lo rodea, lo que convierte a Constantina en un destino ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza.