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En los últimos años, los fenómenos meteorológicos extremos han ganado protagonismo en España. Dos términos en particular, DANA y borrasca, generan confusión entre la población, pues ambos están relacionados con episodios de intensas lluvias, vientos y daños en infraestructuras. Pero, ¿qué significan realmente y cuál es la diferencia?
La DANA, que significa Depresión Aislada en Niveles Altos, es una masa de aire frío que, aislada de la circulación atmosférica, desciende y se encuentra con aire cálido y húmedo en zonas de menor altitud. Esta combinación provoca inestabilidad atmosférica y da lugar a episodios de lluvias torrenciales, granizadas y tormentas eléctricas. Estos episodios suelen ser intensos y localizados, con efectos devastadores especialmente en áreas mediterráneas de la península.
Por otro lado, una borrasca es una zona de baja presión situada a nivel superficial, generada por el contraste de temperaturas entre masas de aire y la dinámica de la atmósfera. Este fenómeno no necesita de aire frío en altura para desencadenarse y se caracteriza por vientos fuertes y lluvias moderadas a intensas, abarcando áreas extensas. Aunque las borrascas pueden afectar grandes regiones, no suelen producir precipitaciones tan concentradas y extremas como una DANA.
Ambos fenómenos representan un desafío para la protección civil y los servicios de emergencia, que deben reaccionar ante posibles inundaciones, cortes eléctricos y daños estructurales. Sin embargo, es la DANA la que tiende a causar mayores problemas en regiones como el sureste de España, especialmente en las costas mediterráneas, donde los suelos secos y la falta de infraestructuras adecuadas agravan el impacto de las lluvias torrenciales.
Con un cambio climático que incrementa la frecuencia y la intensidad de estos eventos, conocer la diferencia entre DANA y borrasca no solo es una cuestión de precisión técnica, sino de concienciación. Las autoridades recomiendan estar atentos a los avisos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y tomar precauciones en caso de pronósticos de ambos fenómenos para minimizar riesgos y evitar tragedias.