- El paro del tercer trimestre en Andalucía se sitúa en la cifra más baja desde 2007
- El paro baja en 8464 personas en noviembre en Andalucía y se sitúa por debajo de los 650.000 desempleados
El paro registrado en las oficinas de los servicios públicos de empleo bajó en 2183 personas en noviembre en la provincia de Sevilla en relación al mes anterior, según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Este descenso sitúa la cifra total de desempleados en Sevilla en 196.865 personas.
Este dato refleja una tendencia positiva, ya que Sevilla, junto con otras provincias andaluzas, ha contribuido al descenso global del paro en la comunidad autónoma, que se redujo en 8464 personas en noviembre. Sin embargo, el desempleo aún afecta significativamente a sectores clave de la economía provincial, especialmente Servicios, que continúa siendo el ámbito con más parados.
Por sectores en la provincia, la bajada más notable se produjo en Servicios, seguido de la Agricultura y la Construcción, mientras que en el colectivo de personas sin empleo anterior apenas hubo variación. Este comportamiento es coherente con las cifras andaluzas, donde los Servicios lideraron el descenso del paro.
En cuanto al perfil de las personas desempleadas en Sevilla, predominan las mujeres, que representan una proporción significativa del total. El paro femenino disminuyó ligeramente en noviembre, aunque sigue siendo un desafío destacado en términos de equidad laboral. También se registró una reducción del paro entre los jóvenes menores de 25 años, así como entre el grupo de mayores de esta edad.
En términos de contratación, en noviembre se firmaron en Sevilla un número relevante de contratos, con un aumento de los contratos indefinidos respecto al mismo mes del año anterior. Esta mejora indica una cierta estabilidad en el mercado laboral provincial, aunque los contratos temporales continúan siendo predominantes.
Sevilla se posiciona como una de las provincias andaluzas con mayor incidencia en la reducción del paro durante noviembre, aportando significativamente a la mejora de los indicadores laborales de la comunidad. Sin embargo, los retos estructurales, como la alta dependencia del sector servicios y el desequilibrio entre géneros en el empleo, persisten como cuestiones a abordar.