La cantante de copla Laura Gallego cerrará en Fibes este sábado la gira con la que celebra sus 15 años de trayectoria. Este estilo musical vive un momento difícil debido a la falta de intérpretes jóvenes y la jerezana se siente «la última folclórica, nombre que ha dado al espectáculo. «Soy yo, no hay nadie más que se dedique a esto profesionalmente. Me parece muy triste, pero muy bonito para mí, porque no tengo competencia y me llevo todo el cariño».
Con sólo 16 años ganó la segunda edición de Se llama Copla, un concurso televisivo que puso de nuevo en el foco este género, como hiciera Azabache en el 92, que contaba con voces como Rocío Jurado, Juanita Reina o Imperio Argentina. «Le dio vida a esta música, que estaba totalmente dormida», asegura. Desde entonces, no ha dejado de trabajar en la pequeña pantalla, aunque, para ella, significa estar «como en el salón de su casa» y confiesa que busca el «pilotito rojo» de forma inconsciente.
Cuando empezó en este mundo, asegura que le intentaron refinar un poco su acento y hubo gente que le decía que exageraba mucho la «Z», a lo que la artista se negó por completo y reivindica con orgullo allá donde va. «Juan y Medio me dijo que era la primera presentadora ceceante de la historia». Este mismo acento ha hecho que el público «flipe» cuando ha salido de España para cantar. «Aquí estamos acostumbrados, pero fuera la gente enloquece».
Para el próximo año espera exportar el mensaje de La última folclórica a nuevos escenarios e intentará crear cantera para conseguir que alguien salga coplero y le «calle la boca». Laura Gallego se sienta hoy con Sevilla Actualidad para contar cómo fueron sus inicios, su compromiso con la reivindicación cultural y la bonita relación que guarda con la capital andaluza.