Administración de lotería "El gato negro". EP
Administración de lotería "El gato negro". EP

En pleno centro de Sevilla, a escasos metros de la Catedral y en la Avenida de la Constitución, se encuentra una de las administraciones de lotería más emblemáticas de España: «El Gato Negro». Con casi 90 años de historia, esta pequeña administración ha logrado trascender su función inicial para convertirse en un símbolo de tradición, superstición y esperanza para sus fieles seguidores.

La administración número 13 de Sevilla, conocida popularmente como «El Gato Negro», fue fundada en 1934 por Florián Arias. Según la leyenda, el nombre surgió de un curioso encuentro: camino a recibir la concesión para abrir la administración, Florián se cruzó con un gato negro. Este evento, cargado de simbolismo, lo inspiró a adoptar al animal como emblema y buena suerte.

En la entrada del local, dos azulejos con la figura de un gato negro dan la bienvenida a los visitantes. Con el paso del tiempo, estos azulejos se han convertido en un amuleto para los clientes, quienes frotan sus décimos contra ellos con la esperanza de atraer fortuna. Este gesto, repetido por generaciones, es una de las tradiciones más características de esta administración.

Una trayectoria marcada por la suerte

El Gato Negro no solo es famoso por su peculiar nombre y supersticiones, sino también por su trayectoria de premios. En 1946, la administración marcó un hito al vender el número 45.590, agraciado con «El Gordo» de la Lotería de Navidad. Desde entonces, la suerte parece haber acompañado a este punto de venta, que ha repartido numerosos premios importantes, consolidando su reputación como una de las administraciones más afortunadas del país.

Más allá de los premios, «El Gato Negro» se ha convertido en un emblema cultural en Sevilla. Su ubicación estratégica en una de las zonas más transitadas de la ciudad y la devoción de sus clientes han contribuido a crear una atmósfera única. Durante la temporada navideña, las colas de compradores que buscan un décimo “tocado por la suerte” se extienden por la avenida, atrayendo tanto a sevillanos como a turistas.

El ritual de frotar los billetes contra los azulejos, combinado con la energía del lugar, refuerza la percepción de que esta administración tiene algo especial. Este fenómeno ha sido recogido incluso por medios nacionales, consolidando a «El Gato Negro» como una referencia ineludible en la cultura popular española.

Entre la superstición y la esperanza

Para muchos, visitar «El Gato Negro» es más que comprar un décimo de lotería; es participar de una tradición que combina superstición y esperanza. Cada gesto, desde tocar los azulejos hasta elegir un número en particular, está impregnado de simbolismo. En un mundo donde la suerte es tan impredecible como el destino, este pequeño local sevillano ofrece un refugio para los soñadores que creen en la magia de los gatos negros.

Así, casi nueve décadas después de su fundación, «El Gato Negro» sigue siendo un lugar donde tradición y suerte se entrelazan, convirtiéndose en una parada obligada para quienes buscan un poco de fortuna en Sevilla.