- El Carnaval de Cádiz se presenta para ser Patrimonio de la Humanidad
- El formulario de Itálica para la Unesco prescinde del circo
- Itálica introduce visitas en nuevos idiomas para su internacionalización
El conjunto arqueológico de Itálica es una de las propuestas andaluzas que se encuentran en la Lista Indicativa de España con los bienes susceptibles de ser declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad en el futuro.
En esta lista se encuentran, además, el Carnaval de Cádiz, las charlas «al fresco» de Algar (Cádiz) y las carreras de caballos de Sanlúcar; el Monasterio de La Rábida y los lugares memoriales de Colón, en Huelva; el Caminito del Rey, el espeto malagueño, El Monte de Gibralfaro, la calle Alcazabilla y Los Verdiales, en Málaga; y el Conjunto Monumental de Úbeda y Baeza, en Jaén, según la información recopilada por Europa Press.
En la región ya están protegidos como Patrimonio Mundial la Alhambra, Generalife y Albaicín de Granada; el centro histórico de Córdoba; la Catedral, Alcázar y Archivo de Indias de Sevilla; el Parque Nacional de Doñana, y los conjuntos monumentales renacentistas de Úbeda y Baeza (Jaén). Las últimas incorporaciones andaluzas a este reconocimiento de la Unesco son los Dólmenes de Antequera, reconocidos como Patrimonio en 2016, y la Ciudad Califal de Medina Azahara, en 2018.
Siete años desde la candidatura de Itálica
La Asociación Cívica del Sur (Civisur) promovió hace ya más de siete años, el lanzamiento de la candidatura de la ciudad adriana de Itálica, bautizada como ‘Itálica, una ciudad adrianea’, para esgrimir cómo el enclave refleja la arquitectura y el urbanismo promovidos durante la etapa del emperador Adriano (117-138), cuya familia tuvo origen en dicha ciudad.
En 2019, la propuesta fue inscrita además en la lista indicativa del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco y en 2022 fue entregado a la Dirección General de Bellas Artes el expediente de defensa de la candidatura. Tras la entrega, correspondía que un experto externo al Ministerio de Cultura evaluase el mismo; toda vez que debe ser el Consejo de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura el organismo que adopte la decisión sobre si elevar o no la candidatura al Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco.
El citado informe externo reconoce que el proyecto de candidatura está «muy bien argumentado en protección y conservación», sin embargo este experto no recomendaba la presentación de la candidatura ante la Unesco «por la estrategia global y por el enfoque arqueológico de la justificación, contrario a los principios básicos de esta ciencia donde el contexto resulta clave».
A comienzos de este año, Civisur traspasaba el proyecto de candidatura a la Junta de Andalucía como propietaria del enclave y responsable de la gestión del mismo, ante lo cual la Consejería Cultura anunciaba que un equipo propio de expertos en Patrimonio Mundial redactaría un nuevo formulario de la candidatura.
Además, en la provincia sevillana, el municipio de Carmona también se encuentran en la lista de los enclaves andaluces en carrera para ser Patrimonio de la Humanidad. Este tema fue el eje central de la decimotercera edición del Congreso de Historia Local celebrado el pasado 26 y 27 de septiembre, donde se abordó la evolución histórica del paisaje cultural de Carmona, principal línea argumental de la localidad en su candidatura hacia la Unesco.
Proceso de las candidaturas
Según la Convención de Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de 1972, el primer paso que debe llevar a cabo un país para incluir un bien en la Lista de Patrimonio Mundial es la realización de un inventario de los bienes susceptibles de ser declarados Patrimonio Mundial en un futuro. Este inventario se conoce como Lista Indicativa y refleja la diversidad cultural y natural de un país con un potencial valor universal excepcional. Los bienes susceptibles de ser presentados posteriormente a la Lista de Patrimonio Mundial deberán permanecer un tiempo mínimo de un año en la Indicativa antes de poder presentar su candidatura formal.
Para entrar en la Lista en España, cada gobierno autonómico selecciona los bienes de su región susceptibles de ser declarados Patrimonio Mundial, y presenta la selección al Grupo de Trabajo I de Patrimonio Mundial. En él se aborda de una forma técnica el estudio de las nuevas propuestas para integrar la Lista Indicativa española para obtener los mejores resultados por medio de propuestas de calidad que sean acordes con la Estrategia Global.
La comunidad autónoma presenta al Consejo de Patrimonio Histórico los bienes susceptibles de incorporarse a la Lista Indicativa y la recomendación del informe técnico del Grupo de Trabajo. El Pleno del Consejo del Patrimonio Histórico aprueba las inclusiones a la Lista Indicativa Española. El Ministerio da traslado de la misma al Centro de Patrimonio Mundial que, si se cumplen los requisitos necesarios, lo eleva al Comité de Patrimonio Mundial para su evaluación.