El Parque Vega de Triana, un espacio para el esparcimiento y la convivencia en Sevilla, ha sido objeto de nuevos actos de vandalismo y robo de árboles, según ha denunciado recientemente la delegada de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla, Evelia Rincón. En un mensaje difundido a través de redes sociales, la delegada expresó su «rabia y pena» por los daños causados tanto en la nueva zona de esparcimiento canino como en las plantaciones realizadas recientemente en este parque.
“Vamos a estar vigilantes, todo se va a reponer y no vamos a dejar de trabajar a diario desde Parques y Jardines del Ayuntamiento para tener nuestras zonas verdes cuidadas y vigiladas”, aseguró la responsable municipal, dejando clara la intención del consistorio de reforzar las medidas de conservación en este espacio público.
Un problema recurrente
Este no es el primer incidente que afecta al Parque Vega de Triana en los últimos meses. El pasado 10 de enero, la asociación ecologista Sevilla Más Verde denunció el robo de dos algarrobos de tres metros de altura que habían sido plantados el año anterior como parte de una iniciativa de reforestación ciudadana. Según el relato de José Luis Sánchez-Quiñones, promotor de la plataforma, los árboles fueron sustraídos en diciembre tras ser cuidadosamente extraídos de la tierra, con sus raíces completas y cepellón. En el lugar se encontraron marcas de rodadura, lo que sugiere el uso de un vehículo motorizado para el traslado de los ejemplares.
La asociación también señaló problemas estructurales en el parque, como «la poca vigilancia y la falta de iluminación«, que facilitan este tipo de actos vandálicos. Sin embargo, el colectivo ya prepara una nueva plantación de unos 60 árboles este año, reafirmando su compromiso con la recuperación y mejora de este espacio verde.
Desde el Ayuntamiento de Sevilla se han comprometido a reponer las áreas dañadas y reforzar la vigilancia para prevenir futuros incidentes. Los actos vandálicos y el robo de árboles no solo suponen un coste económico y de trabajo para las instituciones públicas, sino que también afectan a la comunidad que disfruta de estas instalaciones y al esfuerzo colectivo de asociaciones como Sevilla Más Verde.