La Cabalgata de Reyes Magos de Sevilla, uno de los eventos más emblemáticos de la ciudad y tradición de todos los día 5 de enero, se enfrenta este año a un dilema histórico. Por primera vez en sus 106 años de historia, el cortejo real desfilará el 4 de enero. Esta decisión, adoptada por el Ateneo de Sevilla ante las adversas previsiones meteorológicas, ha generado opiniones encontradas entre los sevillanos. ¿Es más importante mantener la tradición o garantizar que los niños puedan disfrutar de la ilusión de ver a los Reyes Magos y tener sus regalos?

El anuncio de adelantar la Cabalgata al 4 de enero supone una ruptura con una tradición centenaria. Históricamente, la tarde del 5 de enero ha sido sinónimo de magia en Sevilla, con miles de familias abarrotando las calles para recibir caramelos y regalos de Sus Majestades de Oriente. Sin embargo, la previsión de un 100% de probabilidades de lluvia y tormentas para el domingo 5 de enero, según la AEMET, ha llevado al Ateneo a tomar una decisión sin precedentes: trasladar la celebración al sábado 4 de enero.

La medida no ha estado exenta de polémica. Para muchos, el 5 de enero es un día sagrado dentro del calendario navideño, y mover la fecha supone una pérdida simbólica. Otros, sin embargo, consideran que lo fundamental es preservar la ilusión de los niños, quienes podrían quedar desilusionados si la cabalgata se cancelara por lluvia.

El ejemplo de otros municipios

La capital hispalense no está sola en este dilema. Decenas de municipios de la provincia han optado por adelantar sus cabalgatas al 4 de enero para esquivar el temporal. Aunque el sábado tampoco está libre de precipitaciones —la AEMET prevé un 50% de probabilidad de lluvia—, la situación meteorológica parece más favorable que la del día 5.

En este contexto, el Heraldo Real, encargado de anunciar la llegada de los Reyes Magos, también ha adelantado su salida al viernes 3 de enero, asegurando así que el mensaje de Sus Majestades llegue a tiempo.

Adelantar la Cabalgata implica también un reto organizativo de gran envergadura. El recorrido, que sigue saliendo a las 16:15 horas desde la Universidad de Sevilla y pasa por puntos icónicos como la Plaza del Duque, Triana y Los Remedios, permanece intacto. Sin embargo, coordinar los equipos técnicos, voluntarios y personajes que dan vida al desfile con tan poco margen de maniobra no ha sido tarea sencilla.

Este año, el cirujano Fernando de la Portilla de Juan encarna al Rey Melchor, mientras que el empresario Jesús María García González y el periodista Federico José Quintero Ceballos representarán a Gaspar y Baltasar, respectivamente. La Estrella de la Ilusión, interpretada por Inmaculada Pineda Rey, liderará el cortejo junto a personajes como la Diosa Palas Atenea y el Gran Visir.

Desde el Ateneo de Sevilla, los responsables han asegurado que «la Cabalgata de Sevilla va a salir», salvo que una «catástrofe» lo impida. Pero este cambio de fecha plantea una cuestión de fondo: ¿hasta qué punto debe la tradición de la Cabalgata de Sevilla ceder ante las circunstancias? Para algunos padres, la ilusión de los niños justifica cualquier alteración en el calendario. Para otros, mantener la fecha es un acto de resistencia cultural.

Periodista. En Twitter: @jav097