Ganaba la Cátedra de Matemáticas en el Instituto de Enseñanza Secundaria de El Ferrol, una vez más era la primera (1.ª) mujer española en conseguirlo (una vez más), hablamos del segundo (2.º) de los hitos “primerizos” de los que le escribí). Una plaza, la ferrolana, desde donde concursó a otros centros de Madrid, Guadalajara o Ciudad Real, destino este que no llegó a ocupar pues, a finales de 1930, le fue concedida una beca (pensión) de la Junta de Ampliación de Estudios, JAE. La había solicitado aconsejada por su director de tesis Plans, con la intención de proseguir en Berlín sus estudios sobre Geometría multidimensional; ya de la que va, Carmen fue la primera (1.ª) mujer en conseguir esta beca en la especialidad de matemáticas y la quinta (5.ª) en ser pensionada por la JAE en cualquier disciplina. No le he dicho que el físico y matemático barcelonés José María Plans y Freyre (1878-1934) fue uno de los grandes introductores de las teorías relativistas de Albert Einstein en España, así como el principal experto español en cálculo diferencial absoluto, la herramienta matemática empleada para el desarrollo teórico de la relatividad. Del genio relativista nacido en Ulm, apuntarle que también cuenta con calle en Sevilla no muy lejos de la compartida de Rey Pastor, y ambas si haber visto la luz aún en estos predios.
Estancia en Berlín
De la pensión de estudios de Martínez Sancho le amplío que era para dieciocho meses, empezó a comienzos de 1931 y fue prorrogada dos meses más a mediados de 1932, durante la cual asistió a diferentes cursos impartidos por diferentes profesores, de los que le ofrezco un extracto. De enero a marzo de 1931 siguió estos cursos en la Universidad de Berlín: “Teoría de Galois” con Friedrich Schur (1856-1932); “Curvas algebraicas” con Ludwig Bieberbach (1886-1982) y “Topología” con Heinz Hopf (1894-1971). Durante el segundo semestre de 1931 y el primero de 1932 asistió a: “Matemática elemental desde un punto de vista superior” impartido por Georg Feigl (1880-1945); “Geometría diferencial” por Adolf Hammerstein (1888-1945); “Funciones elípticas y Series infinitas” también por Georg Feigl y “Mecánica analítica” por el ya mencionado Adolf Hammerstein. Por último, en el segundo semestre de 1932 asistió a “Teoría de invariantes”, “Ecuaciones integrales” y “Principios de Geometría” impartidos respectivamente por los profesores Schur, Hammerstein y Bieberbach. Además, durante esta permanencia berlinesa asistió en el Zentralinstitut für Erziehung und Unterricht a los cursos “Educación en Alemania” y “Metodología y Psicología pedagógica”.
En Sevilla
Tras finalizar su estancia alemana y ya en España, el Patronato de Sevilla le ofreció en 1932 un puesto como catedrática de Matemáticas del Instituto-Escuela de la ciudad, fundado por la Junta de Sustitución de Segunda Enseñanza, que ocupa en septiembre de ese mismo año. Aquí, en sus propias palabras, vive las mejores experiencias tanto profesionales como personales, se casa en 1935, hasta que con el estallido de la Guerra Civil (1936-1939) el instituto hispalense fue cerrado, como le ocurrió a otras instituciones inspiradas en la ILE. Un año después y gracias a la intermediación de un exalumno, el científico y político jerezano Manuel Lora-Tamayo (1904-2002), que por cierto da nombre a un CEIP en la ciudad (un nexo que anoto en la moleskine), fue trasladada al Instituto Femenino Murillo de Sevilla. En un principio como profesora provisional, pero después y pese a sufrir la apertura de un expediente de depuración, terminó siendo confirmada como catedrática de Matemáticas. Una actividad que compaginó durante unos años de la década de los cincuenta (hasta el curso 1957-1958), con la de profesora adjunta de Matemáticas para estudiantes de Ciencias Químicas en la Universidad de Sevilla.
Jubilación y fallecimiento
Finalmente, en 1974, con 73 años, se jubilaba regresando a Madrid, aunque no por eso dejó de seguir su profunda vocación docente y generosa entrega personal, pues dedicó parte de su tiempo en dar clases de matemáticas en el Colegio Jesús María de Vallecas, situado en una zona humilde de la capital, prestando especial cuidado y atención a las alumnas de más baja condición social, naturalmente de forma altruista. Pasó sus últimos días en la Residencia de Ancianos de San Pedro de Alcántara en Málaga, falleciendo el 15 de octubre de 1995, a los noventa y cuatro años de edad, estamos pues en el trigésimo (30.º) aniversario de su fallecimiento.