Monasterio de La Cartuja, en Cazalla de la Sierra.

El monasterio de La Cartuja de Cazalla, en la Sierra Norte de Sevilla, ofrece la posibilidad de dormir en un lugar cargado de historia y belleza natural. Dentro del antiguo monasterio, declarado Monumento de Interés Cultural en 1996, se encuentra la Casa de Huéspedes, un alojamiento único que combina el encanto rústico con las comodidades modernas. Las habitaciones, antiguas celdas de los monjes legos construidas en el siglo XV, cuentan con vistas a los jardines, el claustro y el valle, ofreciendo una experiencia inolvidable en un entorno histórico.

La Casa dispone de cuatro suites para cuatro personas, dos habitaciones dobles y opciones de camas supletorias, además de seis cuartos de baño. La decoración mantiene un estilo rústico, con mosaicos y duchas modernas que respetan la esencia del lugar. Este alojamiento es ideal para quienes buscan tranquilidad y conexión con la naturaleza en un espacio cargado de significado.

La Cartuja de Cazalla, dedicada a la Inmaculada Concepción, tiene sus raíces en tiempos antiguos, cuando los fenicios establecieron la Ruta de la Plata y explotaron las minas del cercano Cerro del Hierro. En el siglo VIII, los Fihríes de Marruecos dejaron su huella construyendo una mezquita y molinos de aceite y harina en el recinto conocido como El Castillejo. Más tarde, en el siglo XIV, Don Pedro El Cruel, rey de Castilla y León, frecuentó el lugar junto al Príncipe Negro de Gales para cazar.

Entre 1417 y 1420, Fray Lope de Olmedo fundó el monasterio de San Jerónimo de Acela, que pasó a manos de los monjes cartujos en 1476. Durante siglos, este espacio fue un lugar de acogida para peregrinos del Camino de Santiago y un centro agrícola donde se produjeron los famosos licores de Cazalla.

La desamortización de Mendizábal en 1836 provocó la expulsión de los monjes y el abandono del monasterio. En 1973, Alexander Harrington adquirió la Cartuja y, posteriormente, Carmen Ladrón de Guevara emprendió una ambiciosa restauración que fue reconocida con el premio Europa Nostra en 1986. Desde 1995, los actuales propietarios han continuado con los trabajos de rehabilitación, consolidando este espacio como un referente cultural y turístico.

Además de su función como hospedería, la Cartuja de Cazalla es un Centro de Cultura Contemporánea que alberga una exposición permanente con más de 100 obras de arte distribuidas en el claustro y otras dependencias. Los jardines también exhiben piezas de cerámica y pintura, creando un diálogo entre el pasado histórico del lugar y el arte actual.

Periodista. En Twitter: @jav097

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