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El Gobierno ha confirmado que la «principal hipótesis» de la muerte violenta de la mujer septuagenaria que fue hallada sin vida en su vivienda en Las Cabezas de San Juan es que el asesinato derive de un robo en el domicilio, según ha manifestado este martes el delegado del Gobierno central en Andalucía, Pedro Fernández.
En declaraciones a los medios de comunicación, Pedro Fernández ha manifestado que la «inspección ocular» del domicilio de la víctima, que residía sola y tenía cuatro hijos; así como del cadáver de la mujer, que presentaba heridas, arrojan la conclusión inicial de que se trata «claramente de una muerte violenta», si bien se ha remitido a los correspondientes resultados de la prueba de autopsia.
Una muerte violenta «casi con toda seguridad vinculada a un robo», porque a la hora de inspeccionar la vivienda de la víctima, los agentes de la Guardia Civil encontraron «todo revuelto» y los cajones de los muebles «abiertos» también todos ellos. «La principal hipótesis», según ha remarcado, es que el crimen se encuadre en un robo con violencia en la vivienda.
En cualquier caso, Pedro Fernández ha defendido que la investigación del asunto, promovida por la Guardia Civil, «está avanzada», manifestando su confianza en que «pronto» sea esclarecida la autoría del crimen.
«Miedo» en el pueblo
Las Cabezas afronta con «miedo» el día después al asesinato. Mientras la Guardia Civil está investigando el hallazgo del cadáver de esta mujer de avanzada edad en el interior de su vivienda de la calle Tarragona, al haber detectado heridas en el cuerpo, una de estas vecinas, llamada Isabel, ha manifestado a Europa Press que en Las Cabezas «no había pasado nunca esto» y, por eso, la población vive «con miedo» ante lo sucedido. Sobre todo porque como ha destacado, la víctima, que vivía sola y tenía cuatro hijos, era «una mujer agradable que no se metía con nadie».
Rosa, otra vecina, manifestaba que ha escuchado las «noticias sobre el robo» a partir del cual habría sido cometido el crimen, exponiendo que la víctima «se llevaba bien con todo el mundo» y que «todo el pueblo está con miedo» a cuenta de esta muerte violenta. La puerta de la vivienda, como ha destacado, «no estaba forzada», con lo que deduce, a grandes rasgos y como mera hipótesis, que «alguien llamaría a la puerta y ella le habría abierto». Una vecina más, Ana María, corroboraba el «miedo» que reina en Las Cabezas a cuenta del crimen, destacando que la fallecida «era una buena mujer».