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Los vecinos de Palmete han expresado su malestar ante el deterioro progresivo del barrio y la falta de atención a sus necesidades. Uno de los puntos más criticados es la reciente instalación de farolas en postes de madera en el bulevar de la calle Indulgencia, una imagen que, según denuncian, recuerda a la Sevilla de los años sesenta.
La concejala socialista Natalia Buzón ha recorrido las calles de la barriada escuchando las quejas vecinales. «Los vecinos se han visto sorprendidos por la instalación de farolas utilizando como soportes palos de madera, lo que consideran una muestra de desconsideración y abandono», señala Buzón, quien critica que mientras en el centro de la ciudad se instalan farolas fernandinas, en Palmete deben conformarse con una solución provisional que, a su juicio, refleja la falta de inversiones en la zona.
A la deficiencia en la iluminación se suma la acumulación de basura y escombros en el solar situado en la confluencia de las calles Indulgencia y Honestidad, a escasos metros del CEIP San José de Palmete. Según los residentes, este espacio se ha convertido en un foco de insalubridad con presencia de ratas y cubas de construcción oxidadas. «Este solar es un peligro para los niños y niñas que acuden al colegio. Las cubas de hierro están abiertas y rotas en su interior, lo que supone un riesgo real de accidentes», advierte Buzón. Además, señala el deterioro de los bolardos cercanos al centro escolar, algunos de ellos oxidados y rotos.
La seguridad vial es otro de los problemas que preocupa a los vecinos. La concejala socialista denuncia el mal estado del asfaltado en varias calles del barrio, en especial en la zona de la parada de autobús de la calle Honestidad. «Los baches están por toda la barriada y dificultan el paso de los autobuses, haciendo incómodos los desplazamientos de los vecinos», apunta.
Asimismo, Buzón recuerda que sigue pendiente la promesa de una conexión directa en autobús entre Palmete y el hospital Virgen del Rocío, una medida anunciada por el alcalde José Luis Sanz pero que, según denuncia, sigue sin materializarse. «Ni está ni se le espera. Para Sanz, Palmete no existe», concluye la concejala.