Dioulacolon es una capital de distrito y de comunidad rural, en la que viven unos 16.147 habitantes. Se encuentra a solo
Sevilla Actualidad / RedconÁfrica. Algunos padres se encuentran divididos entre la satisfacción de ver que uno o dos de sus hijos han conseguido irse y la inquietud de poder, algún día, disfrutar de su éxito, y conseguir así un mayor bienestar de la familia.
Lo más habitual es que el viaje se convierta en drama, porque son muchos los candidatos a la emigración que mueren en su intento de alcanzar las costas europeas. Muchos son los cabeza de familia de Diaulacolon que no quieren ya escuchar hablar de esta “locura aventurera”, y antes prefieren vivir en la miseria que favorecer la partida de sus hijos en una arriesgada búsqueda de riquezas.
Una visita sobre el terreno para investigaciones y reportajes, iniciada por el Instituto Panos en la región de Kolda, en cooperación con
En Dioulacolon, llama la atención del visitante la cantidad de bicicletas y motocicletas, que constituyen el principal medio de transporte, y que son utilizadas por los jóvenes, los ancianos y, sobre todo, por las mujeres. Éstas transportan a menudo sobre la espalda un bebé.
Para acceder a Dioulacolon, constituida por 56 pueblos, es necesario, a menos que se utilice un vehículo propio, tomar un taxi-brousse de siete plazas, con unos 9 pasajeros encajados a bordo. Es la ley de los conductores: se toma o se deja. Ninguna comodidad se percibe, y aún menos se ve.
El color rojo, incómodo, de la laterita que en forma de polvo te nubla la vista y tiñe de ocre tu ropa, basta para darte la “bienvenida”. Otra cosa que impacta al visitante nuevo es la extrema pobreza. Una precariedad desconcertante que obliga a cualquiera que venga de la ciudad y pase un tiempo allí por primera vez a preguntarse “¿realmente estamos en el siglo XXI?”. Sin embargo, al entrar, el fervor, el calor y la simpatía de la gente, te hace estar a gusto, y eso basta para eliminar el stress que hubiera podido invadirte durante el viaje, haya sido éste corto o largo.
La población de Dioulacolon la forman esencialmente agricultores y ganaderos. Son ricos en tierras y ganado, de lo que tienen más que de ninguna otra cosa. Una riqueza que no es visible ni parece ser fuente de satisfacción para sus propietarios, obligados a separarse para ver partir a sus progenitores.
En efecto, muchas son, a día de hoy, las familias dislocadas o rotas a causa de una esperanza que tarda en cumplirse, porque todos los brazos válidos que allí vivían, han muerto en embarcaciones improvisadas con destino a España. A pesar de ello, los jóvenes de Dioulacolon en particular, y de Kolda en general, continúan más que nunca buscando maneras de llegar a
Por eso, los jóvenes de Dioulacolon emprenden, una y otra vez, el camino del éxodo hacia las grandes ciudades africanas, por tierra, mar o aire, con un ojo fijo en las grandes metrópolis europeas, especialmente España.
Con este fin, algunos padres convencidos por sus hijos, que les prometen una vida de ensueño y un futuro mejor que el que tienen, malvenden en los mercados semanales, dejando por 150€ un buey que en tiempos normales costaría como mínimo el doble. Y eso para facilitar el viaje de sus hijos. Viaje que, en la mayoría de los casos, no tiene retorno.