El ruido de las máquinas retumba desde ayer junto a la tapia del cementario. Los trabajos de exhumación de la fosa común de Cazalla de la Sierra comenzaron esta mañana. Los restos de entre 300 y 400 víctimas de la barbarie fueron arrojados junto a una tapia durante los años de la Guerra Civil. Hasta este momento no tuvieron opción de ser identificados y puestos a disposición de sus seres queridos. Ése es el objetivo de las administraciones más de setenta años después.
Sevilla Actualidad. El propósito del Ayuntamiento de Cazalla de la Sierra es darle un enterramiento digno a las víctimas que han permanecido en la fosa común del cementario desde la Guerra Civil (1936-1939). Así, el alcalde, Carmelo Conde (PSOE) firmó un convenio el pasado 14 de julio con el presidente de la Asociación Andaluza de la memoria Histórica, Rafael López, en la Diputación de Sevilla para hacer posible la definitiva exhumación de los restos.
La empresa de arqueología Arq’uatro se encarga de las excavaciones, para proceder más tarde a la identificación de los restos y ponerlos a disposición de los familiares, de haberlos, para darle su debido entierro. El proyecto es posible gracias a la subvención que ha recibido la Asociación Andaluza de la memoria histórica y justicia de 54000 €, compartida con la tercera fase de la exhumación de la fosa común de la Puebla de Cazalla.
Las primeras gestiones para la apertura de la fosa se remontan al año 2004 cuando varios familiares de las víctimas se organizaron con el objetivo de conocer si sus seres queridos yacían en la fosa junto a la tapia del campo santo.