En la localidad de Dos Hermanas podrán abrir 14 nuevas farmacias, siete de las cuales se ubicarán en Montequinto. La Rinconada dispondrá, asimismo, de siete oficinas nuevas, mientras que Alcalá de Guadaíra incorporará seis, y Espartinas, Bormujos, Mairena del Aljarafe y Utrera, tres cada una. Algunas de las pedanías son Alfonso XIII (perteneciente a Isla Mayor), Matarredonda (Marinaleda), Corcoya (Badolatosa) o Setefilla (de Lora del Río) entre otras. Las estimaciones en cuanto a empleo apuntan a que en la provincia se podrán crear más de 230 puestos de trabajo.
La adjudicación de las nuevas oficinas se realiza mediante un sistema de baremación en tres fases. La primera, da prioridad a los titulares de farmacias que han permanecido más de diez años en zonas rurales en condiciones de aislamiento y asistencia farmacéutica permanente. Con esto, la Consejería hace una valoración positiva y de reconocimiento a profesionales que llevan más de una década de servicio respondiendo a las reivindicaciones históricas de los farmacéuticos.
En una segunda fase, todos los farmacéuticos podrán solicitar cualquiera de las oficinas que quedan vacantes. Por último, en la tercera fase solo podrán acudir aquellos farmacéuticos que nunca han sido titulares. Está previsto que la Orden de la convocatoria, actualmente en fase de trámite de audiencia para recibir todas las aportaciones de los diferentes colectivos interesados, se publique en otoño de este año y comiencen a abrir los nuevos establecimientos el año que viene.
Polémicas con la Ley de Farmacia
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) dictó un veredicto muy claro: la regulación sólo se podía hacer mediante ley. Así fue como en diciembre de 2007 la norma fue respaldada en el Parlamento con los votos del PSOE y la Ley de Farmacia de Andalucía se aprobó finalmente.
La versión de la junta siempre ha pasado por introducir parámetros de calidad estableciendo un sistema de acreditación para las oficinas de farmacia y los servicios farmacéuticos, orientado a la mejora del servicio y a la garantía de la prestación. La Ley regula el papel de los farmacéuticos como agentes de salud, sus funciones y obligaciones relacionadas con la información y asesoramiento al ciudadano, la prevención de la enfermedad y cumplimiento farmacológico.