«Mujer, independencia y libertad». Esa es la combinación de palabras que ha acompañado siempre a María Jesús Trigueros, pedagoga jubilada y ahora directora de Cáritas del barrio de La Pañoleta en Camas. Con 74 años, echa la vista atrás y recuerda que «el gran reto de su generación fue conquistar la igualdad en el acceso a la educación entre hombres y mujeres». «Ahora, después de casi 50 años de combate incesante, el recorrido es evidente. Cada vez el equilibrio es mayor pero me preocupa el incremento de maltrato a la mujer».
Un equilibrio que en su juventud se anhelaba concretamente en el terreno de la participación social, cultural y política. «La vida en sociedad para la mujer se circunscribía a un entorno muy cercano, prácticamente el doméstico y sin independencia. Sin educación, era imposible eliminar esas barreras. Mi madre fue una revolucionaria de su tiempo . Decidió en los años cincuenta que sus hijos varones y hembras tenían que optar a las mismas oportunidades. Gracias a ella así fue», explica emocionada.
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