Para el servicio de la Benemérita, ha sido determinante la labor de los guardas de campo de la zona. Las intensas lluvias han hecho aflorar una importante necrópolis romano-visigodo, desconocida para los arqueólogos.
Sevilla Actualidad. Agentes de la Guardia Civil del Servicio de Protección de la Naturaleza han detenido a dos personas, por un supuesto delito contra el patrimonio Histórico.
Cuando tres guardas de campo estaban realizando sus labores específicas, en una finca de la Sierra Suroeste de Sevilla, observan un vehículo estacionado que les hace sospechar. Los guardas inspeccionan la zona y escuchan golpes, por lo que se dirigen hacía el lugar de donde venía el sonido.
Llegan a un torrente y encuentran a dos individuos manipulando lo que parecía una tumba o un nicho, con azadas, varrillas metálicas y otras herramientas.
Los nichos se encontraban en un talud, de más de dos metros que con motivo de las intensas lluvias de los últimos meses, al llevarse las aguas gran cantidad de tierra de las orillas del torrente, habían dejado ver varios enterramientos. Estas personas al ser descubiertos huyen del lugar.
Los guardas de campo deciden llamar a la Guardia Civil, concretamente a un agente del Seprona, al sospechar que estas personas estaban cometiendo un delito. El Guardia Civil avisa a otros compañeros de la especialidad y los tres acuden raudos al aviso.
Una vez allí, los Guardias Civiles observan como en el talud referido existían varios nichos y dos de ellos habían sido excavados, llevándose su contenido. Por otro lado, aparecen junto al torrente huesos que a primera vista parecen humanos.
Ante la posibilidad de que las personas que habían huido, estuvieran expoliando un yacimiento arqueológico, los Guardias Civiles contactan con los arqueólogos de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Los arqueólogos examinan los restos en compañía de los Guardias del Seprona y apuntan a que posiblemente se estaba ante una importante y desconocida necrópolis de época paleocristiana o visigótica.
En el informe posterior, los arqueólogos apuntan además que en la zona existen muchos restos cerámicos de origen romano. Concluye el informe, indicando que sería necesaria una excavación de urgencia del yacimiento y de sus alrededores, dada la singularidad e importancia del mismo. Además, se propone su inclusión en el catálogo de yacimientos de la provincia para su cuidado y conservación.
Los Guardias Civiles con los datos aportados por los testigos, localizan al conductor del vehículo y a la persona que le acompañaba y se les requiere para que acudan a dependencias del Cuerpo.
En las dependencias policiales, estas personas niegan los hechos, pero al registrar su vehículo, encuentran una azada como la descrita por los guardas, así como unas botas y una pala todas llenas de barro, del mismo tipo, que el barro del yacimiento.
Ante las evidencias de los hechos, los agentes detienen a dos vecinos del Arahal, R.R.R. y E.J.S.B. por un supuesto delito contra el patrimonio histórico.