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La Audiencia de Sevilla ha condenado a un hombre por un delito contra la salud pública, al ser el destinatario consciente de un paquete de 25 gramos de la droga psicotrópica de diseño Clorometcatinona (3-CMC) remitido desde Ámsterdam (Países Bajos) hacia su domicilio de Gelves, «para su venta o donación a terceros».
En una sentencia emitida el pasado 9 de enero y recogida por Europa Press, la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla declara probado, por expreso reconocimiento del acusado, sin antecedentes penales previos, que el 18 de octubre de 2023, miembros de Vigilancia Aduanera de Burgos interceptaron en las instalaciones del Almacén del Centro Logístico de la empresa Seur Geopost del polígono Ircio de Miranda de Ebro (Burgos), «un envío procedente de Países Bajos, figurando como remitente» una dirección de Ámsterdam y cuyo destinatario era el propio acusado, residente en Gelves.
Según el relato de hechos probados, «el referido paquete contenía una bolsa termosellada con sustancia cristalizada blanca que resultó ser Clorometcatinona (3-CMC), con un peso neto de 25 gramos»; siendo el acusado «conocedor de la remisión de tal sustancia psicotrópica para su venta o donación a terceros», toda vez que el valor de la sustancia intervenida ascendería a 734 euros en el mercado ilícito, según la sentencia.
Así, y con la aceptación del inculpado, fruto de un acuerdo de conformidad entre su defensa y la Fiscalía, la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla le condena a un años y diez meses de cárcel por un delito contra la salud pública, así como al pago de una multa de 400 euros, con responsabilidad personal subsidiaria de diez días de privación de libertad en caso de impago; imponiéndole además el pago de las costas procesales.
La sentencia incluye, eso sí, que «con informe favorable del Ministerio Fiscal, se ha acordado la suspensión de la pena privativa de libertad impuesta al acusado», siempre que no vuelva a delinquir en un plazo de dos años.
¿Qué es la droga 3-CMC?
La 3-CMC (también conocida como clofedrona o 3-clorometcatinona) es una sustancia psicoestimulante de la familia de las catinonas que ha aparecido recientemente en el mercado de las NPS, especialmente en Europa. Esta apareció después de la fiscalización de la 3-MMC en diversos países. Si bien la 3-CMC apareció al mismo tiempo que la 4-CMC, la 3-CMC tomó importancia en el mercado a partir del 2020. Esto coincide con la fiscalización a nivel internacional de la 4-CMC.
Sus efectos se asemejan a los de otras catinonas, produciendo estimulación, así como efectos empatógenos similares a los de la MDMA. Si la sustancia se esnifa, los efectos son más estimulantes que si se consume por vía oral. La 3-CMC es consumida tanto por personas que buscan los efectos de esta sustancia así como por gente que la consume pensando que es otra sustancia. Suele aparecer como un polvo, aunque puede verse en forma de pastilla suplantando a la MDMA.