La Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud y Familias inspeccionará 920 establecimientos de restauración en Andalucía. En 2018 se detectó un 30,17% de infracciones en restaurantes.
Las labores de inspección finalizarán en diciembre de 2019. En cuanto a la campaña anterior, tras la realización de 955 actuaciones, se ha constatado que 116 presentaban algún tipo de irregularidad sobre los derechos de las personas usuarias, el 12,15%, en los 573 establecimientos visitados. Los tipos de establecimientos con más irregularidades detectadas en las actas levantadas han continuado siendo restaurantes (30,17% de irregularidades) y bares (18,97% de irregularidades), seguidos de cafeterías (12,07% de irregularidades).
Sobre los incumplimientos, destacan como principales la falta de posesión del libro de hojas de reclamaciones (un 9,79% de los negocios inspeccionados) y no tener el cartel anunciador visible al consumidor, en el 5,80% de los casos. Asimismo, en un 9,87% de los establecimientos no se encontraban expuestos los precios de comidas y bebidas, así como de los servicios ofertados, mediante cartas de comidas y bebidas, o listas de precios.
De igual modo, el informe de la Dirección General de Consumo revela que en un 9,12% los negocios sujetos a control no se cumplía con la obligación de venta por unidades de peso cuando se ofertan al público productos de charcutería, queso u otros productos susceptibles de ser cortados de una pieza principal; mientras que en un 8,88% no se vendía al peso o por unidades cuando se ofertan al público moluscos o crustáceos.
Frente a las irregularidades detectadas, el informe si destaca el buen cumplimiento de la normativa referida a las aceiteras no rellenables.
Tras analizar estos resultados, la campaña de inspecciones que se desarrollará en 2019 incidirá en cuestiones como la obligatoriedad de disponer de hojas de reclamaciones; que la información sobre precios y servicios se ajuste a la normativa vigente; el cumplimiento de la normativa en materia de alérgenos e intolerancias; y la verificación de que se cumple la normativa sobre etiquetado y origen del agua filtrada y envasada para la venta.