La artista Siracusa Bravo Guerrero en una actuación de perfopoesía en Las noches del Cangrejo (Sevilla). SA
La artista Siracusa Bravo Guerrero en una actuación de perfopoesía en Las noches del Cangrejo (Sevilla). SA

La poeta sevillana Siracusa Bravo Guerrero (41 años) escribe versos desde primaria. Mucho ha llovido desde entonces. Ya tiene cuatro libros publicados y este año saca el quinto. Además de enfrentarse al público también ofrece talleres de poesía e interpretación. La mezcla de estas dos disciplinas se llama Perfopoesía. El término es relativamente reciente, lo crearon hace 30 años los dueños de la editorial Cangrejo Pistolero, Antonio García Villarán y Nuria Mezquita de Haro. Estos dos amantes de las letras organizaban en Sevilla los ciclos de poesía escénica Las noches del Cangrejo. En estas sesiones, los apasionados del verso se subían al escenario para recitar sus creaciones con un punto de performance. «Perfopoesía se refiere no solo a que tenga un elemento externo como pintura, visual o música, sino también cuando uno usa su propia voz impostándola y manteniendo un tono adecuado, lo que viene siendo declamar. Eso también podríamos considerarlo perfopoesía porque estás usando tu propio cuerpo, el lenguaje no verbal», matiza la artista.

Los libros que escribe Siracusa son de poesía al uso, es decir, no están creados exclusivamente para ser recitados, también para ser leídos. Se rige por los procesos y herramientas propios de la creación en verso. Por el contrario, los perfopoemas no se pueden leer sin la parte interpretativa, para ser escenificados. «Podría hacer perfopoesía con el Cantar de mio Cid o con textos de Antonio Machado, pero no se escribieron para eso», señala.

El pasado 26 de abril ofreció en el Centro San Miguel de Alcalá de Guadaíra el taller Ensayo y error: Poesía a escena, cuyo objetivo fue el de enfrentarse a la poesía «valorando la importancia del lenguaje no verbal y de la voz como instrumentos y recursos expresivos». «Me lo pidieron los chicos de Metapoética. Está más enfocado a la interpretación», explica. Este tipo de sesiones suele interesar a todo tipo de personas, desde aficionados al arte escrito como a la actuación, pero también a quienes acostumbran a hablar en público e, incluso, a los que hacen un podcast. Muchos de sus alumnos son jóvenes, el siguiente relevo generacional.

«Interés por la poesía siempre hay y siempre va a haber», aclara Siracusa y añade: «Los tiempos son otros y la forma de moverse es distinta. El ser humano necesita expresar lo que siente, lo que sí cambian son las corrientes literarias. Hay una época de protestas o de tono social de lo que está pasando, otra de política y otras veces la época es más familiar, y se tratan temas como la muerte y la vida o el exilio».

Jóvenes
«Mis compañeros de menos edad buscan conectar con su poesía, volver a las raíces, al amor y a mirarnos»

Sobre el momento en el que nos encontramos ahora Siracusa opina que «estamos en una época en la que la prisa mata y donde se potencia lo superfluo, lo material, lo líquido, lo fácil y a seguir con otra cosa. En poesía se está rescatando lo contrario, porque potenciamos, o me gustaría pensar, lo de volver al momento y aprovechar cada minuto al máximo. A volver a las raíces de la esencia humana, al amor y a mirarnos. No me refiero a volver atrás en el tiempo, sino a la esencia humana. Eso lo he visto en mis compañeros más jóvenes, la poesía busca conectar, no desconectar».

Siracusa es una artista entregada a la palabra. No es extraño, entonces, que su género musical favorito sea el rap. Cuando era joven, tendría 16 o 17 años, formó parte de un grupo junto a unos amigos que se llamaba Dos opciones. Aunque las letras de este género comparten coincidencias con la poesía, no son del todo iguales. «A veces me sorprendo porque me digo, anda, esto que he escrito encaja en un compás de 4×4, una canción de rap de manual, no es un poema. No lo desecho, lo guardo, pero quizás no me sirva para el cometido que quiero darle». Entre sus artistas favoritos se encuentran SFDK, que este verano ha celebrado en Sevilla un concierto para rememorar su 30 aniversario; Ayax y Prok o Blake. Dentro del Hip Hop existen varios subgéneros, el que más le gusta a ella es el Hardcore, que se caracteriza por la agresividad literaria de sus letras.

Recursos
«Me gusta subir al escenario con papelería, encuadernaciones y cosas que tienen que ver con el papel»

Es, quizás, de esta experiencia donde ha curtido su actitud en el escenario. Este es un espacio inhóspito y a veces solitario donde el artista se enfrenta a su público. Ella, como buena perfopoeta, viene preparada. «Me gusta utilizar recursos de papelería, impresos, encuadernaciones, cosas metidas en sobres, tiritas de papel, elementos que tienen que ver con el papel», afirma. Si es un recital más al uso y participativo, como en un micro abierto o una jam session, «no me llevo tanta parafernalia, me dedico a recitar los poemas, a declamarlos y no me llevo nada en directo. He recitado con pintura, en un concierto de heavy metal como dos o tres veces, pero normalmente salgo yo sola con los poemas», asegura.

Tengo más de 20 años de experiencia en medios de comunicación y 16 de ellos los he vivido en Madrid donde, además de comer bocadillos de calamares, he formado parte de las principales redacciones de...