La intervención arqueológica preventiva llevada a cabo en el Cenador de Carlos V del Alcázar de Sevilla, edificado en los jardines de este recinto palaciego para conmemorar el matrimonio de Carlos V e Isabel de Portugal en 1526, ha revelado que este espacio deriva de una reforma de un edificio almohade de finales del siglo XII. Esta construcción, de carácter palaciego y recreativo, no tenía una función funeraria como se había supuesto inicialmente.
En 2023, se realizaron estudios con georradar en la zona debido al interés por descubrir si existían restos arqueológicos bajo el subsuelo, como los sepulcros de antiguos monarcas musulmanes. Estos trabajos se justificaban por la importancia histórica del Alcázar, cuyo origen se remonta al palacio de Al Mutamid, construido en el siglo XI durante la época islámica de Sevilla, según destacó en su momento Pablo Longoria, director en España de la World Monuments Fund, entidad que financió la investigación.
Los resultados de los estudios de georradar indicaron que en el subsuelo del Cenador de Carlos V hay vestigios arqueológicos de diversas épocas, algunos de ellos hasta a cuatro metros de profundidad. «Hay más que enterramientos», señaló Longoria, subrayando la importancia de los restos históricos en esta zona del Real Alcázar, donde se acumulan más de 3000 años de historia.
Proyecto de conservación
La intervención arqueológica preventiva, autorizada en mayo por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, tenía como objetivo facilitar la redacción del proyecto de conservación y restauración del Cenador de Carlos V. Los indicios sugerían que el pabellón, construido entre 1543 y 1546, podría haber sido edificado sobre una estructura islámica previa, posiblemente con un uso funerario. El análisis arqueológico, además de aclarar estas dudas, proporcionaría apoyo al proyecto de restauración.
El alcalde informó que el 16 de agosto finalizaron los trabajos de excavación, consistentes en dos sondeos en el subsuelo de las galerías norte y este, así como en ocho pequeños muestreos adicionales.
Edificación almohade
Los resultados, confirmados por el alcalde y adelantados por Canal Sur Radio, revelan que la construcción del Cenador de Carlos V aprovechó una gran estructura islámica del siglo XII, de mayores dimensiones que la actual, y destinada a funciones palaciegas y recreativas. Así, queda descartada la teoría de su uso funerario.
Este hallazgo confirma que el Cenador de Carlos V es, en realidad, una reforma de un edificio almohade de finales del siglo XII. Esto demuestra que la zona de las huertas del Alcázar islámico albergaba edificios de recreo, lo que supone un importante avance en el conocimiento de la historia de este monumento.
El alcalde destacó que los resultados de esta investigación, dirigida por Miguel Ángel Tabales, serán incorporados al futuro proyecto de restauración y conservación del Cenador, que el Ayuntamiento espera tener listo para el quinto centenario de la boda de Carlos V con Isabel de Portugal.