Los miedos sobre el estado de Lorenzo Reyes se han disipado. Tras la realización de unas pruebas, el club ha conocido que el jugador sólo posee un esguince de grado 1-2 en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha.
Nada impide, por tanto que el jugador viaje a la concentración bética de Inglaterra donde será observado de nuevo. Por su parte, Rubén Castro, otro de los jugadores en duda, que había regresado a Sevilla junto a Tomás Calero para hacerse unas pruebas tampoco sufre ninguna lesión reseñable y volverá a entrenarse la próxima semana.