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Este lunes, la Guardia Civil detuvo a un joven español de 20 años, acusado de ser el responsable del apuñalamiento que provocó la muerte de un menor en Mocejón (Toledo) mientras jugaba al fútbol con sus amigos. Durante su primera declaración, el detenido confesó el crimen.
El presunto asesino de Mateo fue arrestado en la casa de su padre, en la misma localidad donde ocurrieron los hechos, tras un amplio operativo de búsqueda de la Benemérita. La policía realizó registros tanto en la vivienda del padre como en la de la abuela, donde los agentes del Instituto Armado llegaron con el detenido alrededor de las 14:00 horas para llevar a cabo la inspección. Se sospecha que en la casa de la abuela el presunto agresor se cambió de ropa, aunque no se sabe si lo hizo antes o después del crimen.
Según ha informado Europa Press, el detenido mostraba signos de delirio al hablar y no mantenía un discurso coherente, lo que podría sugerir la existencia de algún trastorno mental.
Búsqueda del arma homicida
Este lunes por la tarde, varias unidades de la Guardia Civil se enfocaron en localizar el arma utilizada en el homicidio. Para ello, rastrearon el canal de riego de Mocejón, que el domingo tenía caudal y fue vaciado por la mañana.
Dos agentes inspeccionaron el canal manualmente, mientras que también se empleó una máquina para extraer el barro del fondo y un imán para detectar objetos metálicos en el agua, que apenas tenía un palmo de profundidad y estaba embarrada.
Con la llegada de la noche, la búsqueda fue suspendida y los vehículos patrulla abandonaron el lugar.
La familia no sospecha de nadie
Asell Sánchez, primo del niño de once años que perdió la vida tras ser atacado por un individuo encapuchado mientras jugaba al fútbol en Mocejón, ha asumido el rol de portavoz de la familia. En declaraciones a los medios de comunicación, afirmó que no tienen ninguna sospecha sobre quién podría ser el autor del asesinato.
Sánchez relató que uno de los amigos que jugaba al fútbol con el menor pidió ayuda desesperadamente, diciendo que habían matado a su mejor amigo. «Era un chico muy bueno y cariñoso, estaba jugando con sus amigos cuando alguien llegó. No tenemos más detalles. Son momentos difíciles que no podemos asimilar», expresó. «No hay sospechas, es un pueblo tranquilo, estas cosas nunca habían pasado. Estamos completamente desconcertados», concluyó consternado.