Fuente en el Alcázar de Sevilla

¿Sabías que en Sevilla se nombran las olas de calor? El último de estos episodios de altas temperaturas que azota al país ha sido bautizado como Wenceslao. Sigue así el camino de otras dos olas que se han vivido este año, nombradas Xenia y Yago. Tanto la provincia como la ciudad de Sevilla son a menudo lugares donde la subida de las temperaturas se hace notar con especial fuerza. Esta es una de las razones por las que las olas de calor reciben un nombre en la capital hispalense.

¿Quién elige el nombre de las olas de calor?

Los nombres de las olas de calor que se viven en la ciudad llevan siendo asignados desde 2022 por el proyecto ProMeteo Sevilla, un experimento que busca estudiar la posibilidad de «implantar un sistema de alertas que avise de la llegada de una ola de calor y de sus posibles afecciones a la salud». ProMeteo es una iniciativa del Centro de Resiliencia Adrienne Arsht-Fundación Rockefeller, organización sin ánimo de lucro que busca combatir los efectos del cambio climático. Además, cuenta con la colaboración del Ayuntamiento y la Universidad de Sevilla.

No todas las olas reciben un nombre, sino que tienen que llegar a un nivel mínimo de peligrosidad. Solo el nivel de riesgo «muy elevado» justifica que se asigne un apodo. Para ello, se miden los «puntos del índice de exceso de calor» y cuando se mantengan durante tres días consecutivos 60 o más de estos puntos, se determina que hay riesgo «muy elevado».

Esta iniciativa se inició en 2022 y se comenzó a nombrar las olas de calor por el final del abecedario. Así, en el mes de julio de 2022 llegó Zoe, con temperaturas máximas superiores a los 40 Cº. En 2023, la lista se ha ampliado con Yago, Xenia y la ola de calor actual, que ha recibido el nombre de Wenceslao y ha traído temperaturas de hasta 43,2 Cº, como los registrados el pasado 8 de agosto en Carmona.

La importancia de un nombre

Según ProMeteo Sevilla, los nombres se utilizan para que las olas de calor sean más reconocibles y sea más fácil informar a la población. Se pueden diferenciar dos objetivos: «concienciar a la ciudadanía de la importancia de las olas de calor y su incidencia en la salud e impulsar la puesta en marcha de medidas que minimicen este impacto en la vida de las personas», explican desde la página web de la iniciativa.

En 2022 se decidieron los nombres de las cinco primeras olas de calor que cubriría ProMeteo. Utilizados ya los primeros cuatro (Zoe, Yago, Xenia y la actual Wenceslao), se sabe de antemano cuál sera el apodo de la próxima ola, que continúa con el orden alfabético inverso: se llamará Vega.