Mientras el público abandona el concierto, por los altavoces comienzan a sonar unos acordes. Quienes están saliendo frenan y todo el mundo comienza a chillar de alegría. La gente empieza a tararear la melodía y con la primera estrofa, la sala estalla: «Tú que has sangrado tantos meses de tu vida». El grupo, que iba de camino del camerino, vuelve al escenario como si fuera su canción y grita y salta cada palabra con su público.
Todas nos cantábamos las unas a las otras «Ay mamá», la canción con la que Rigoberta Bandini quería representar a España en Eurovisión. Se trata de un canto a la maternidad en el que la artista catalana se pregunta «por qué dan tanto miedo nuestras tetas» y que se ha convertido en un himno feminista. De vuelta a casa, un grupo de señores se dedicó a silbarnos por la calle. Éramos cinco chicas abrigadas a más no poder, no pudieron reprimirse.
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