A veces llegan cartas que te dan la vida/que te dan la calma…(Raphael)
Ya hace mucho tiempo que no llega ninguna carta, ni siquiera una postal, aunque un grupo de nostálgicos las hayamos puesto de nuevo en circulación, de manera que, cada vez que visitamos una ciudad, enviamos una postal. Eso nos ahorra andar todo el día haciendo fotos con el móvil, que luego nadie las ve, aunque las mandes por guasa. Es todo un rito. Llegas, te acercas a un kiosco y te surtes de varias postales. Después vas a un estanco y compras igual número de sellos. ¡Me encantan las que hacen alusión a la ciudad que visito! Más tarde, cuando estás en la habitación del hotel, te pones a redactar un texto, casi siempre el mismo, y le pones la dirección, normalmente la de los hijos o algún familiar, tal vez la de algún amigo que seguramente quieras sorprender.
Últimamente hemos cogido por costumbre enviarnos una postal a nosotros mismos, así nos acordamos del sitio, sin tener que buscar aquella foto en el móvil. ¡Puro romanticismo!¡Qué ilusión, recibir una postal en tu buzón!
Mojas el sello con un poco de saliva y ya está. Mañana por la mañana, después del desayuno ya tienes una tarea, echarla en el primer Buzón de Correos que veas, o ir directamente a la oficina de correos. Allí te enteras de que no venden ya sellos. Que los sobres lo traen incorporado, según para donde quieras mandarlo. Eso no me gusta. Yo quiero un sello de verdad, con dibujos.
A veces llegan cartas, pero cada vez menos. A excepción, claro está de las que te mandaba tu banco porque ya te ha puesto una aplicación y se ahorran el envío. Quedan todavía la del agua o la luz ¡qué antiguos!
Si a las nueve de la noche llaman a tu puerta y al preguntar responde: correos… o andan escasos de personal, echan deshoras o esto ha cogido otro rumbo…y no muy bueno que digamos.
¿Qué ha pasado con los trabajadores de correos? ¿Para qué hicieron una oposición?
Si ya se les veía venir. Eso de que en la misma ofician, en lugar de las cajitas de “apartados de correo” hubiera un armario de AMAZÓN, o que cuando ibas a echar una carta certificada te preguntaran si querías un cupón especial, un décimo de lotería o una participación de la Cruz Roja…¿Algún seguro?
El pasado sábado fui a recoger un paquete y vi que también vendían libros y material de imprenta. Madre mía. ¿Esto es Correos o un chino?
Yo tengo una amiga que ha trabajado primero como “guardián del entorno”, ese oficio que el Ayuntamiento se sacó de la manga para colocar a algunos recomendados, más tarde entró en correos como interina y al cabo de unos años aprobó la plaza. Y, como el servicio de correos ya no se dedica a sus quehaceres primarios como vender sellos o recibir y mandar cartas mi amiga ahora está colocada en el ARCA y allí anda la pobre explicando a los usuarios lo que tienen que hacer para cobrar el paro o ajustar la pensión que le quedaría, después de unos años de baja.
¿Tú por aquí?