En su columna de esta semana, el autor reflexiona sobre las inundaciones producidas en Andalucía en los últimos días, sobre por qué se producen, si es culpa de la naturaleza o no.
Llueve sobre las macetas,
se inunda nuestra tierra,
parece que el invierno
ha deshecho las maletas.
Al parecer hay restos de madera
en las orillas del río,
y al otro lado hay un tipo
que ha perdido la cabeza.
Emisiones de cambio global
no tienen toda la culpa,
este temporal sólo nos recuerda
que con hormigón
hemos desdibujado la geografía,
aplastado su memoria,
que con nuestras manos
hemos inundado nuestra historia.