Cárcel de Sevilla II, en Morón | Archivo SA

Algunos internos de la cárcel de Morón – Sevilla II han protagonizado un intento de motín tras negársele un vis a vis a un interno.

En la mañana de este lunes, un interno residente el Módulo 4 se le comunicaba que se le había suspendido una comunicación vis a vis debido a que el domingo, en un cacheo rutinario de la Policía Nacional a la entrada del centro al familiar que le visitaba, se le requisaron ciertas sustancias prohibidas cuando acudía a una comunicación oral con el mencionado recluso.

El interno montó en cólera y, ayudado por otros dos internos, empezaron a alentar al resto de sus compañeros de módulo a montar un motín en Sevilla II, uniéndose gran parte de los mismos. Empezando por romper todas las mesas y hacerse con las patas de las mismas y destrozando todo el mobiliario del departamento

Avisado el Jefe de servicios, acudieron en ayuda de los dos funcionarios de servicio en el módulo (para 40 internos considerados de extrema peligrosidad, muchos de ellos regresados de primer grado), junto con otros funcionarios que tuvieron que abandonar sus departamentos, siendo recibidos con el lanzamiento de dichas patas aparte de latas de refresco llenas de las que se habían aprovisionado previamente.

Siendo inviable cualquier tipo de negociación, se procedió a utilizar los medios coercitivos legalmente establecidos para poder devolver la calma al módulo. Lo que consiguieron después de unos minutos de elevada tensión, aislando a los tres cabecillas del incidente.
Como consecuencia de estos hechos, dos funcionarios han debido recibir asistencia médica, uno en la mano y otro en una pierna, aparte de otros que han sufrido golpes y contusione.

Una vez más, la Asociación Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) considera que tiene «el deber de salir en defensa de los empleados públicos penitenciarios y denunciar la escasez de medios tanto materiales como personales para resolver este tipo de situaciones, poniendo siempre en peligro la integridad física de los mismos, los cuales se encuentran absolutamente abandonados por una Administración que no hace más que mirar para otro lado, cuando no de justificar, o al menos restar importancia a estos hechos».