La Guardia Civil de La Rinconada (Sevilla) ha procedido a la detención de 18 personas y desmantelado una Organización criminal dedicada al tráfico de bazuco y a delitos contra el patrimonio. La Operación se inicia como consecuencia de una oleada de delitos contra el patrimonio en Burguillos y localidades limítrofes, principalmente robos en viviendas, interior de vehículos, cableado de cobre, así como pequeños hurtos al descuido.

El Equipo Roca-Investigación de La Rinconada, unidad encargada del esclarecimiento de este tipo de delitos, advirtió que los mismos eran cometidos principalmente por toxicómanos ante la necesidad de conseguir dinero para poder comprar droga, principalmente cocaína y heroína. Estas personas eran detenidas y tras quedar en libertad, continuaban cometiendo este tipo delitos.

Bazuco, mezcla de heroína y cocaína

Esta Unidad investigadora pudo advertir que la mayoría de los toxicómanos se concentraban en una zona conocida como «La Ermita», donde se concentraban varios puntos de venta de sustancias estupefacientes que comerciaban con drogas de las consideradas que perjudican gravemente la salud, concretamente cocaína, heroína, y la mezcla de ambas sustancias conocida como «bazuco» o «rebujao», se trata de una mezcla de cocaína y heroína que se suele vender en dosis por micras y se consume fumándola en instrumentos especialmente diseñados para tal fin, tales como tubos metálicos, pipas artesanales o simplemente papel de aluminio, con el objeto de obtener euforia y placer.

Los consumidores de este tipo de sustancias, especialmente aquellos con escasos recursos económicos, suelen cometer delitos contra el patrimonio o vender sus propias pertenencias para obtener más droga, por lo que era habitual encontrar toxicómanos pidiendo dinero o cometiendo delitos contra el patrimonio en la localidad de Burguillos, recibiéndose en el consistorio de la localidad numerosas quejas vecinales, incluso de varios familiares de toxicómanos, ante el grave deterioro de la convivencia y miedo a salir a la calle, sobre todo en los barrios donde se ubicaban los puntos de venta de estupefacientes.

Peleas por el control del tráfico de droga

La continua venta de droga en Burguillos, generaba conflictos entre los distintos clanes que operaban en la zona, siendo habituales las agresiones y peleas por hacerse con el control de tráfico de drogas, llegando a utilizarse distintos tipos de armas, incluidas las armas de fuego. La Guardia Civil, con el objetivo de reestablecer la seguridad ciudadana, decidió desmantelar estos puntos de venta, iniciándose la oportuna investigación que se centró en una organización criminal que operaba en la zona y estaba compuesta por un elevado número de personas.

Los responsables de este entramado criminal intercambiaban dosis de droga o dinero por objetos de origen ilícito que guardaban en una nave industrial usurpada ilegalmente, es decir, objetos procedentes de los delitos cometidos por los distintos toxicómanos que acudían a comprar droga, dicha nave se había convertido en un lugar de referencia en la localidad de Burguillos para dar salida a objetos sustraídos.

Chatarra por droga

La Guardia Civil pudo comprobar que estas personas compraban todo tipo de chatarra, catalizadores, cobre, baterías sustraídas, etc., a los toxicómanos que acudían a la nave. Los consumidores de este tipo de sustancias estupefacientes suelen tener múltiples antecedentes, circunstancia que les dificulta la venta del material sustraído en los diferentes centros de reciclaje regulados, por lo que se veían obligados a vender el material sustraído a los integrantes del grupo criminal a un precio muy por debajo de mercado. El líder del grupo criminal, una vez había hecho acopio de suficiente material, se ponía en contacto con un centro de reciclaje de su confianza para vender la mercancía a un precio superior y obtener beneficios económicos, contribuyendo de esta manera al aumento de los delitos contra el patrimonio en la localidad.

El principal punto de venta de sustancias estupefacientes de la localidad de Burguillos recibía numerosos toxicómanos las veinticuatro horas del día para adquirir la droga que, en la mayoría de las ocasiones se consumía en el interior del inmueble, lo que en argot policial se denomina “fumadero”. La droga se consumía en una sala a la que los investigados denominaban “la narco-sala” donde se exponían en la pared el listados de precios así como ofertas para fidelizar a la clientela, como ejemplo habrían ideado un sistema de cupones por el que, tras la compra de diez micras al cliente le correspondería una gratis, o la asignación de una franja horaria a la que denominaban “hora feliz”, coincidente con el período de tiempo de menor número de ventas, en la que rebajaban el precio de la dosis de droga.

Durante la investigación, la Guardia Civil detectó que ambos grupos criminales adquirían la droga a un importante suministrador ubicado en la localidad de Dos Hermanas (Sevilla), en la barriada Ibarburu, una de las zonas más alejadas del centro de la ciudad. Con objeto de localizar el inmueble desde donde se suministraba la sustancia estupefaciente, se realizaron numerosos operativos, siendo la mayor parte de ellos infructuosos debido a las medidas de seguridad extrema, donde ante la más mínima sospecha, se paralizaba toda actividad ilícita. Finalmente, se pudo localizar el lugar exacto desde donde se distribuía la droga.

Once vivienda registradas en cinco municipios

Una vez recabadas suficientes pruebas e indicios incriminatorios, la Guardia Civil solicitó la oportuna autorización judicial para proceder a la entrada y registro de 11 viviendas en las localidades de Burguillos, Gerena, Guillena, Dos Hermanas y Sevilla. En la mañana del martes 26 de septiembre, se procedió a realizar las citadas diligencias, procediendo a la detención de 18 personas en un operativo que, por la peligrosidad de los investigados y las extremas medidas de seguridad detectadas, la Guardia Civil activó unidades como el Grupo de Acción Rápida (G.A.R.), Agrupación de Reserva y Seguridad de Sevilla (G.R.S) así como diferentes Unidades de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil de Sevilla.

Durante los registros domiciliarios se incautaron 1,400 kg. de cocaína en roca de gran pureza, 60 gramos de heroína, 2 kg de sustancia de corte, resina de hachís y marihuana, 4 armas cortas calibre 9 mm, 2 armas largas de aire comprimido modificadas para hacer fuego real del calibre 22, numerosos objetos susceptibles de haber sido sustraídos, material informático y dinero en efectivo.