La Audiencia de Sevilla prevé iniciar este viernes el juicio promovido contra el joven acusado de matar y descuartizar en Estepa en junio de 2021 a su novia 17 años, vecina de Martín de la Jara Rocío Caíz. La Fiscalía reclama 14 años y cuatro meses de cárcel para el acusado, que confesó la autoría del crimen ante los investigadores de la Guardia Civil.
Una vez que el pasado lunes fue constituido el jurado popular, la previsión es que el juicio como tal comience este viernes, con la presentación de las alegaciones previas por las partes personadas en este procedimiento, la declaración del acusado y de algunos testigos. La familia de la víctima atribuye al inculpado presuntos delitos de maltrato habitual, lesiones, agresión sexual, asesinato, contra el respeto a los difuntos, de suplantación de identidad y de daños, reclamando entre otras penas la de prisión permanente revisable.
En su escrito de acusación, el Ministerio Público reclama para el acusado, de nacionalidad rumana y de 25 años de edad actualmente,14 años de prisión, la prohibición de comunicarse y aproximarse a menos de 500 metros del hijo menor que tenían en común él y la víctima por plazo de 25 años; la prohibición de residir o acudir a la localidad de Martín de la Jara durante el mismo periodo de 25 años y la pena de privación de la patria potestad respecto de su hijo. Se le acusa de un delito de homicidio con las agravantes de parentesco y de género.
14 años y cuatro meses de prisión
Asimismo, la Fiscalía solicita para el encausado cuatro meses más de cárcel por un delito contra los sentimientos religiosos y respeto a los difuntos con la agravante de parentesco, que en su momento fue entregado a los abuelos maternos.
Según indica el Ministerio Público en su escrito, el acusado mantuvo una relación sentimental con convivencia con la víctima, la joven Rocío Caíz, fruto de la cual tenían un hijo en común. Durante la relación, fijaron su lugar de residencia en Estepa, pero al finalizar dicha relación, la fallecida trasladó su domicilio junto a sus padres en el municipio de Martín de la Jara, de donde era natural.
Sobre las 19:50 horas del día 2 de junio de 2021, según la Fiscalía, la víctima mantuvo un encuentro con el acusado -que se encuentra en prisión preventiva por estos hechos desde el día 13 de junio de 2021- en la vivienda que había sido el domicilio familiar en Estepa, en la calle Villa Blanca, para acordar la entrega del dinero referente a la pensión de alimentos del hijo menor en común.
Estrangulamiento con un cordón
Al hilo, precisa que, horas más tarde, y aún en el interior de dicho inmueble, se originó entre ambos una discusión por motivos no determinados, si bien relacionado con la negativa de la fallecida a retomar la relación sentimental, en el transcurso de la cual el acusado, «haciendo uso de un cordón de pantalón, y tras colocarse detrás» de la menor, «rodeó el cuello de ésta con el citado cordón, y con ánimo de acabar con su vida, hizo presión constante en el mismo hasta que el cuerpo» de su ex pareja «se desvaneció», causando la muerte de la misma por estrangulamiento a lazo.
La Fiscalía agrega que, posteriormente, el acusado, «con ánimo de ocultar el cadáver e imposibilitar su identificación en caso de ser hallado, desnudó el cuerpo ya inerte y, haciendo uso de dos cuchillos, procedió a descuartizar el mismo, guardando los restos desmembrados en bolsas de plástico que durante los días posteriores fue esparciendo en diferentes zonas» de Estepa.
Tras la desaparición de la joven, su madre reclamaba públicamente al exnovio de la chica que dijese «algo si él lo sabe». «Mi hija no quería ir a esa casa», insistía la madre de la menor desaparecida, precisando que fue el exnovio de la misma quien «envió un taxi» para que la chica se desplazase desde Martín de la Jara a Estepa, e interpelando al mismo para que esclareciese el paradero de su hija, toda vez que reconoció finalmente la autoría del crimen ante los investigadores de la Guardia Civil.
La familia aprecia agresión sexual
La acusación particular que ejerce la familia de la víctima, de su lado, sostiene en su escrito de acusación que durante la relación que mantenía la joven con el acusado, este la sometía a «constantes malos tratos», incluyendo insultos, vejaciones, agresiones y el control de sus relaciones sociales y de sus comunicaciones vía teléfono móvil o redes sociales, convirtiendo su vida en «una pesadilla».
Según la familia de Rocío Cáiz, el acusado incluso le habría roto la nariz en una ocasión, insistiendo en que tenía a la joven «dominada» y sometida a un «férreo control» bajo la premisa de que «quien mandaba era él por su condición de hombre».
Asesinato para ocultar la violación
En su escrito de acusación, la familia de Rocío Cáiz sostiene que una vez la menor se desplazó desde El Real de la Jara hasta Estepa y se reunió el acusado en su domicilio, este cometió una agresión sexual y violó a la chica, ya entonces su expareja, si bien el inculpado defendería que la relación sexual fue consentida. Para la familia de Rocío Cáiz, el joven estranguló a su hija precisamente para impedir que le denunciase por dicha supuesta agresión sexual.
Así las cosas, la familia de Rocío Cáiz ha solicitado en el juicio dos años y diez meses de cárcel por un supuesto delito de maltrato habitual, un año y ocho meses de cárcel por dos delitos de lesiones, once años más por un presunto delito de agresión sexual con las agravantes de género y parentesco, prisión permanente revisable por un supuesto delito de asesinato con las mismas agravantes, cuatro años más de prisión por un delito contra el respeto a los difuntos, dos años más de cárcel por un delito de suplantación de identidad derivado de haber usado sus perfiles en las redes sociales tras el crimen y una multa por un delito leve de daños.